Nibali se corona en Hautacam

Vincenzo Nibali es un fuera de serie. El italiano venció en la última etapa de montaña del Tour de Francia del 2014. Cual monarca, el ciclista del conjunto Astana se coronó en la mítica cima de Hautacam tras afrontar los diez últimos kilómetros, es decir, una eternidad, en solitario. Salvo accidente mecánico o enfermedad camino de París, Nibali ganará la ronda gala, su tercer grande tras triunfar en el Giro de Italia de 2013 y en la Vuelta a España del 2010, convirtiéndose así en el sexto ciclista en lograr la Triple Corona, junto a Anquetil, Merckx, Gimondi, Hinault y Contador. Se trata también de su cuarta victoria de etapa en el Tour, después de cruzar primero en Sheffield, en La Planche des Belles Filles y en Chamrousse.

Nibali afianza su posición de líder en el podio, del que se ha quedado fuera por dos segundos Alejandro Valverde. El ciclista español sufrió los ataques en la subida final de Pinot, Van Garderen y Péraud, sus perseguidores en la clasificación general. El murciano perdió 49 segundos con Pinot, y 44 con Péraud, lo que le coloca ahora en cuarta posición, a tan solo dos segundos de Péraud, tercero y 15 de Pinot, segundo. Valverde mantiene sus opciones de lograr un podio en París ya que es mejor contrarrelojista que el joven francés, Thibaut Pinot. Tras la última etapa pirenaica se perfila un podio compuesto por el italiano Nibali, el francés Péraud y el español Valverde.

El último tramo pirenaico repitió el guion de la etapa anterior, la del Pla d'Adet, con la fuga de 20 corredores y un pelotón que lleva en la mano una correa para ir controlando la distancia con los escapados. En el grupo estaban dos guardaespaldas de Alejandro Valverde, Izaguirre y Herrada, así como Mikel Nieve. El ciclista del Sky tomó la delantera junto al francés Blel Kadri en las rampas del Tourmalet para contrarrestar un ataque previo de Sylvain Chavanel, que había prendido primero la mecha en cabeza de carrera, lo que causó que se rompiera el grupo. Los duetistas atraparon al francés, lo adelantaron y nunca más se dieron la vuelta en el ascenso. Pasada la estación de esquí de la Mongie, a poco más de tres kilómetros para coronar el puerto, Nieve aceleró y Kadri mostró señales de agobio, pero aguantó. En el pelotón, el conjunto Astana mantuvo la distancia con los escapados, es decir cuatro minutos de ventaja, mientras Joaquim Rodríguez se despedía definitivamente del maillot de rey de la montaña al quedar descolgado de la multitud. Kadri coronó en la niebla la cima de los Pirineos, a la altura de 2.115 metros, ante Nieve, Huzarski, Trofimov y De Marchi, los supervivientes de la fuga matutina. Se iniciaba entonces el largo descenso del Tourmalet y la travesía del valle que anticipa la subida final, en la que se acercó el pelotón encabezado por el equipo del líder italiano.

En las primeras rampas de Hautacam, aceleró el valiente Nieve, premiado combativo del día, que dejó tirado en medio de la carretera a Kadri, su compañero de fuga. Le quedaba en aquel momento 12 kilómetros para llegar a la meta, mientras el pelotón ganaba terreno de forma constante a los escapados. Entre los favoritos, el veterano Chris Horner, ultimo vencedor de la Vuelta a España, fue el primero en atacar. Nibali siguió su paso con facilidad y se distanció de él de manera irremediable unos hectómetros más tarde. Gadret, el lugarteniente de Valverde en este Tour, entró entonces en escena. El francés tomó las riendas para regular el ritmo, tal y como se lo había pedido su líder. Su labor duró poco más de un kilómetro, hasta que decidió acelerar la Française des Jeux. El estadounidense Van Garderen apretó con fuerza. Valverde se quedó colgado. Pinot, rival número uno de Valverde de cara al podio, empujó hasta la meta pero el ciclista español resistió a sus aceleraciones para perder el minuto que volverá seguramente a recuperar en la contrarreloj de Périgueux el próximo sábado.