Scolari deja la selección de Brasil
El técnico renuncia a su cargo tras las derrotas ante Alemania y Holanda
Felipão se marcha. La derrota 0-3 contra Holanda eliminó cualquier remota posibilidad de encauzar la humillante derrota del Mineirazo (1-7) contra Alemania y ha llevado a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) a prescindir en bloque del seleccionador Luiz Felipe Scolari y su comisión técnica, incluido su principal ayudante, Carlos Alberto Parreira, según ha afirmado la cadena Globo TV. La medida anuncia la vocación integral de reforma del fútbol brasileño, como ha pedido unánimemente la prensa y destacados referentes del deporte y la política nacionales en la última semana.
El rumor de la marcha de Scolari tras la apabullante derrota en semifinales, filtrado por el entorno del todavía presidente de la CBF, José María Marin, había sido moderado por el presidente electo, Marco Polo del Nero, que asumirá el mando el año próximo y había respaldado públicamente la labor de Felipão. La pobre actuación de La Canarinha en el partido por el tercer puesto el sábado en Brasilia fue el último clavo en el sarcófago de un técnico que había sido ya campeón mundial en 2002 y ha gozado de un fuerte predicamento en su país hasta la hecatombe de Belo Horizonte.
Tras la derrota, críticas sobre el número supuestamente bajo de entrenamientos efectuados, así como sobre el empeño de Scolari en mantener a algunos futbolistas cuestionados en la alineación (caso del delantero Fred, por ejemplo) inundaron los periódicos, radios y televisiones del país anfitrión de la Copa.
La sociedad le ha bajado el pulgar a Felipão, también reprobado por declaraciones destempladas sobre supuestas conspiraciones arbitrales, cierto triunfalismo anterior al inicio del torneo, reuniones secretas con periodistas de su confianza cuando la angustia experimentada por la seleção en los octavos de final contra Chile pusieron en tela de juicio la estabilidad emocional de una plantilla inexperta (16 de los 23 jugadores debutaban en un Mundial) o decisiones polémicas sobre los jugadores llevados (su olvido’de Diego Costa hasta que era demasiado tarde, por ejemplo).
La incontestable victoria alemana por 1-7, basada en un juego de posesión y ataque, fue un contraste demasiado duro con el paupérrimo fútbol mostrado durante toda la Copa por una selección carente de talento, obsesionada con la seguridad defensiva (lo que no evitó las goleadas) y que ha cometido durante el torneo más faltas que cualquier otra selección.
Scolari, de 65 años, asumió el cargo como seleccionador de Brasil (por segunda vez) en 2012 y llevó a sus jugadores al título de la Copa Confederaciones en 2013.
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