La desarticulación de una red ilegal de reventa implica a la FIFA

La policía brasileña investiga, entre otros sospechosos, al padre del futbolista Neymar, Neymar da Silva Sr., como posible suministrador de entradas en la trama de reventa ilegal de tickets de la Copa que fue desmontada ayer en Río de Janeiro y São Paulo. La operación, denominada ‘Jules Rimet’ por la policía, ha supuesto por ahora la detención del empresario argelino Lamine Fofana, estrechamente vinculado al mundo del fútbol, junto con otras diez personas. Fofana era el presunto líder de una red que organizó un negocio de reventa de entradas a los partidos del Mundial, aunque la policía sospecha que el máximo jefe de la banda es un funcionario de la FIFA que reside en el exclusivo hotel Copacabana Palace y cuya participación en los delitos ha sido ya confirmada, pese a que su identidad sigue sin ser revelada. Los beneficios de esta actividad ilegal ascendían a dos millón de reales (640.000 euros) por partido; la red estaba compuesta por una treintena de personas, según datos de la policía.

El funcionario de la FIFA era quien le conseguía las entradas a Fofana, de 57 años, que después entregaba los boletos a federaciones, jugadores y familiares de los jugadores. Según el diario Folha, otros personajes investigados por la policía incluyen al ex seleccionador Dunga, al ex futbolista internacional Junior Baiano, a los campeones del mundo en 1970 Carlos Alberto y Jairzinho y a Roberto de Assis, hermano y representante de Ronaldinho. Todos ellos han tenido contacto reciente y comprobado con Fofana.

Según el jefe de la Comisaría nº 18 de Río de Janeiro, Fábio Barucke, responsable de la investigación, el integrante de la FIFA está registrado en las grabaciones efectuadas por la policía a Fofana con autorización judicial. Ayer fue apresado en São Paulo el máximo colaborador del empresario argelino en Brasil, José Massih (ex apoderado del futbolista Elano). Algunas informaciones indican que en el momento de la captura Massih se habría ofrecido a delatar al resto de la red y a su máximo responsable, “que era de FIFA”. Las once personas detenidas hasta el momento se han negado a dar más información; ya ha sido solicitada una prórroga de su prisión provisional por cinco días más. Sin embargo, según Barucke, alguno de los detenidos ha confesado que este es el cuarto Mundial en el que ejercían esta actividad. “Su beneficio era tan alto que podían esperar de una Copa a otra”, dijo Barucke. Los sospechosos afrontan acusaciones de lavado de dinero, asociación criminal y comercio ilegal.

La noticia de la desarticulación de la banda ha causado un visible terremoto en la FIFA, que aunque públicamente se compromete a cooperar en la investigación, califica de “rumor” la implicación de alguno de sus miembros y ha organizado varias reuniones a puerta cerrada para tratar de calibrar la magnitud del problema. Se da la circunstancia de que la lucha contra la reventa de entradas ha sido una de las principales apuestas del órgano rector del fútbol en los últimos tres meses, con constantes apelaciones sobre la persecución de esta actividad “ilegal”. Su director de Marketing, Thierry Weil, emitió un comunicado afirmando que espera “informaciones detalladas” de las autoridades locales para identificar el origen de las entradas aprehendidas y, “en conjunto con ellas”, "tomar las medidas adecuadas".

NR Sports, empresa que gestiona los derechos de imagen de Neymar Jr., negó cualquier vinculación con el caso de cualquier miembro de la familia y añadió que “estamos hartos de cotilleos y mentiras que no se sustentan, pero que ayudan a vender diarios. Este periódico [en referencia a Folha] ya ha sobrepasado el límite”.