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Deschamps fusiona Francia

El seleccionador de los ‘bleus’ ha acabado con las guerras internas y ha sabido controlar, regular y dosificar a partir de la autoridad moral que ejerce sobre los futbolistas

Ramon Besa
Rio de Janeiro -
Los jugadores franceses, durante un entrenamiento
Los jugadores franceses, durante un entrenamientofranck fife (AFP)

Hay partidos que se presentan como una penitencia y al final son una bendición, sobre todo cuando media un remonte histórico, como le pasó a Francia en su eliminatoria de repesca mundialista en noviembre del año pasado contra Ucrania. A la derrota en Kiev por 2-0 respondieron los bleus con un 3-0, resultado que no solo propició la reconciliación nacional entre el equipo y la hinchada sino que permitió a Didier Deschamps dar con la hoja de ruta para Brasil. El partido de vuelta permitió corregir los errores de la ida y el seleccionador tomó decisiones que cambiaron la cara del equipo y la convivencia del grupo.

Aumentó el protagonismo en la cancha de Valbuena, suplente en el primer partido al igual que Benzema, entró en la alineación Cabaye, que ni jugó en Ucrania, y se confió en Varane y Sakho, al tiempo que aumentaba la confianza en Varane y Sakho en detrimento de Abidal. No hubo futbolista más señalado, sin embargo, que Nasri. El delantero francés, de ascendencia argelina, del Manchester City, ni siquiera fue incluido en la lista de convocados para el Mundial al igual que Ribery, excluido al final por su lumbalgia.

Nasri fue identificado como el malo de la película en una selección con unos problemas de convivencia tan serios que provocaron la intervención del entonces presidente francés Nicolas Sarkozy tras la eliminación en la primera fase del Mundial 2010. Anelka fue expulsado de la concentración por insultar al seleccionador Raymond Domenech, los futbolistas se declararon en huelga y dejaron de entrenarse y Evra, peleado con un preparador físico, fue suspendido cinco partidos al ser considerado el líder del motín.

La vida ha mejorado mucho en las concentranciones”, dicen varios jugadores

Aunque dejó de ser el capitán (ahora es Lloris), Evra se mantiene en el once y continúa siendo uno de los líderes. “No me gusta ser popular. Fue la prensa la que transmitió una imagen de mí como de chico malo. Sudáfrica me devoró, pero ya no importa”. A sus 33 años, al lateral del Manchester United, autor de un gol excelente en la Champions contra el Bayern, sus compañeros le tienen como el hermano mayor.

“La vida ha mejorado mucho en las concentraciones”, coinciden varios jugadores, que se remiten a las decisiones de Deschamps. No se sabe de fracturas ni discusiones, futbolísticas o religiosas, también se acabaron las filtraciones a la prensa y el seleccionador permite la utilización de las redes sociales siempre que se tenga cuidado con los textos. Deschamps controla, regula, dosifica, a partir de la autoridad moral que tiene sobre los futbolistas. “Tiene credibilidad y legitimidad”, afirma Giroud. Y añade Valbuena: “Saca lo mejor de cada uno”.

No se ven fracturas ni discusiones, futbolísticas o religiosas

Valbuena es imprescindible para filtrar el último pase, acelerar el juego en la línea de tres cuartos, desequilibrar en ataque; su ausencia penalizó a Francia en su empate con Ecuador. El seleccionador le ha dado libertad de movimientos y el volante del Marsella, despreciado en su día por el Burdeos debido a su baja estatura (1,67m), se asocia bien con Benzema. Su aportación ofensiva es tan importante como el equilibrio que proporciona Cabaye, hoy más centrado que nunca en el PSG.

A sus 28 años, Cabaye es el metrónomo, el regulador de un equipo que a partir del 4-3-3 tiende a descolgarse por el poderío físico de centrocampistas como Pogba, Sissoko y Matuidi. No solo modera en el campo sino que también en el vestuario cuando invita a sus compañeros a “ser humildes y no arrogantes”, afirmación que tiene mucho que ver con su condición de ferviente católico. La estabilidad de Cabaye es la estabilidad de una Francia rejuvenecida con Sakho, Pogba y Griezmann.

Sudáfrica me devoró, pero ya no importa”, señala Evra, uno de los líderes del vestuario

La calidad técnica de futbolistas como Cabaye y Valbuena ha sido capital para compensar a un equipo muy fuerte y también para darle una mayor versatilidad táctica después de un cierto inmovilismo con el 4-2-3-1. El más beneficiado de la fusión ha sido Benzema, que se ha reencontrado con el gol después de largo tiempo extraviado. El delantero, ya sea acompañado de Giroud o Griezmann, suma tres tantos antes de enfrentar hoy a Enyeama, el portero de Nigeria, que ha estado 1.061 minutos invicto con el Lille en la pasada Liga de Francia.

El entrenador sabe sacar lo mejor de cada uno”, explica el medio Valbuena

Los rivales que hasta ahora ha tenido invitan a la contención en Francia. Vencedora de Honduras y Suiza, empató ante Honduras, después que Deschamps cambiara a medio equipo, y hoy se cruza con Nigeria. Una vez que las sub-20 ya es campeona del mundo, la absoluta aspira a recuperar el trono que ganó en casa en 1998.

—¿Qué pasará con los jugadores musulmanes que hoy empiezan el ramadán?, se le preguntó a Deschamps. “Tienen libertad para tomar sus decisiones”, respondió. Manda la naturalidad y sabiduría de Deschamps. Ha sabido fusionar la selección de Francia.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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