El gol más triste de Cristiano Ronaldo

Un disminuido Cristiano Ronaldo no pudo clasificar a Portugal, una selección acabada y alejada de cualquier posibilidad de golear en Brasil, y a cambio acabó con las aspiraciones de Ghana. El gol que dejó el ariete del Madrid como recuerdo propició la victoria honrosa de su equipo y acabó por condenar al de Appiah, que con 1-1 en el marcador aspiraba por entonces a un segundo tanto que le clasificara para los octavos del Mundial. Apareció CR para desdicha de Ghana y suerte de Estados Unidos.

El llanto final del portero Beto, roto por el dolor físico y anímico, presidió la despedida de Portugal, rebajado por las molestias de Cristiano. Aunque porfió una y mil veces, el delantero no tuvo fortuna ni precisión en el remate de la misma manera que el colegiado cerró los ojos cada vez que un delantero de Ghana cayó en el área de Beto, sobre todo en una caída de Ayew, abatido por Bruno Alves.

No era fácil jugar en la solana de Brasilia porque la suerte de la clasificación de Portugal y Ghana pasaba por el resultado del partido que se disputaba en la torrencial Recife. Y tardó mucho tiempo en haber noticias del Estados Unidos-Alemania. El empate a cero metía a ambas en octavos de final y vivían muy tranquilos los porteros Howard y Neuer.

Nada que ver con el tormento de Dauda, el meta de Ghana, sorprendido reiteradamente por Boye. El central remató sobre su portería con más acierto que Cristiano Ronaldo. Boye metió la rodilla a un centro de Veloso, el balón describió una parábola y quedó lejos del alcance de Dauda. Ghana no parecía tener intención de complicar la vida a Portugal.

La capacidad de autodestrucción de los Black Stars, extensible a varias selecciones africanas, se antojaba infinita. Aclamados por su buen partido contra Alemania, los muchachos de Appiah hicieron la vida imposible a su seleccionador y a su federación, e incluso amenazaron con una huelga ante Portugal, si no cobraban antes las primas para la Copa del Mundo.

Un furgón blindado llegó a la concentración de Ghana antes del partido y cada futbolista se había quedado con un fajo de 225.000 de dólares. No se sabe si cobraron Muntari y Kevin Prince Boateng porque fueron excluidos después que el jugador del Milan golpeara a un miembro de la expedición y el del Shalke 04 insultara al técnico Appiah.

Autodestruida fuera del campo, Ghana parecía carne de cañón para Portugal. Metió la pata Boye y alivió por momentos el desespero de Cristiano. El gol se le había negado tres veces seguidas: remató al larguero un centro chut y el portero le sacó un buen cabezazo además de detenerle también un tiro a la salida de una falta. El tendón rotuliano limitaba al capitán de Portugal.

No está bien Cristiano Ronaldo, y Portugal es una selección desgastada, sin fútbol ni futbolistas, necesitada de una profunda renovación después de su salida de Brasil. La dimisión portuguesa y un gol a Estados Unidos del alemán Müller, que compite por el Pichichi ya con cuatro tantos, despertaron a la irregular Ghana, capaz de tirarse un tiro al pie por sus conflictos internos y también de protagonizar un gran partido como se vio ante Alemania.

Apretaron los ghaneses, llegó el gol del empate de Gyan, que cabeceó en el segundo palo un centro delicioso desde la derecha de Asamoah, y no cantaron el segundo por muy poco. El capitán perdonó el 1-2 y el árbitro no apreció penalti en una falta de Alves. Erráticos en el área contraria, los africanos también fallaron en la propia y habilitaron en un mal rechace del portero a Cristiano, que fusiló a Dauda. Ni siquiera celebró el gol.

Abierto el partido, hubo nuevas ocasiones, pero no se movió el marcador. No atinó Cristiano, tan esforzado como errático en la definición, atormentado por su lesión y por su equipo, que fue una calamidad, retratado en el llanto desgarrador del lesionado Beto. La victoria de Alemania y la clasificación de Estados Unidos fueron al fin y al cabo la mejor noticia del grupo porque fue respetuosa con el fútbol de los equipos (y con el 4-0 con el que Alemania condenó en el primer partido a Portugal). Ante tal panorama, nada pudo hacer por su cuenta y riesgo el dolorido Cristiano Ronaldo, mejor jugador del mundo en 2013.