La debacle de los campeones
España cae en la fase de grupos defendiendo su estrella, como ya lo hicieran Brasil en 1966, Francia en 2002 e Italia en 2010
La generación dorada del fútbol español tocó a su fin ayer en Maracaná. Campeona de la Eurocopa en 2008, del mundo en 2010 y de nuevo de Europa en 2012, La Roja cayó a las primeras de cambio en su defensa del título conseguido hace cuatro años en Sudáfrica. Además, solo le bastaron dos partidos para desplomarse. La abultada derrota ante Holanda en el primer encuentro (1-5) ya demostró la dificultad que entraña la defensa del cetro mundial. No en vano, España no es la primera campeona del mundo que desfallece en la primera fase. A Brasil, anfitriona en esta ocasión y pentacampeona del mundo, ya le ocurrió en el Mundial de 1966, al que llegaba tras haber ganado dos títulos de forma consecutiva. La Canarinha quedó encuadrada con Portugal, Hungría y Bulgaria y solo fue capaz de vencer a estos últimos (2-0). Sus derrotas ante Portugal y Hungría la colocaron como tercera de grupo, lejos de la siguiente ronda.
Siguió con la maldición del campeón Francia, que en 1998 alzó por primera vez el cetro dorado en el estadio Saint-Dennis ante su afición, para cuatro años más tarde, en el Mundial de Japón y Corea de 2002, caer sorprendentemente en la fase de grupos. Comenzaron mal las cosas para el conjunto que dirigía por aquel entonces Roger Lemerre, ya que en el partido inaugural fue derrotado por Senegal (0-1), que a la postre conseguiría el pase para los octavos de final por detrás de Dinamarca. Los franceses se marcharon sin haber marcado un solo gol en los tres partidos, lo que les situó como últimos de grupo.
Seis años después el gafe fue para Italia. La histórica victoria en el Mundial de 2006, que coronó a jugadores como Cannavaro, Pirlo o Buffon, quedó diluida por el mal papel de la selección de Marcelo Lippi en Sudáfrica. La selección azzurra fue incapaz de ganar un solo partido durante el campeonato de 2010: empató con Paraguay (1-1) y Nueva Zelanda (1-1) y fue derrotada por Eslovaquia (3-2) en el último encuentro. La tetracampeona del mundo ocupó el último lugar del Grupo F.
Aunque los menos, hay también campeones que han tenido una participación más feliz en la edición siguiente a su victoria. Tras vencer en el Mundial de Suecia 1958, la Brasil de Pelé repitió título en Chile, en 1962, imponiéndose a Checoslovaquia (3-1) en la final. Se convirtió así en la segunda selección en alzar el trofeo dos veces consecutivas, logro que ya consiguió Italia entre 1934 y 1938. Otros combinados se quedaron a un paso: Argentina, en Italia 1990, alcanzó de nuevo la final tras salir victoriosa en México 1986. La albiceleste no pudo revalidar su gloria y perdió el partido decisivo ante Alemania (1-0) con gol de Brehme. Lo mismo le ocurrió a la pentacampeona. Brasil estuvo a un paso de emular lo conseguido entre 1958 y 1962. La generación de Romario, exitosa en EE UU 1994, cayó estrepitosamente en la final de Francia 1998: los bleus, comandados por Zidane, endosaron un 3-0 a La Canarinha.
Uruguay, cuatro años después del 'Maracanazo' de 1950, abandonó en semifinales el torneo, al igual que Alemania, que tras vencer en Suiza 1954 dijo adiós en la penúltima ronda del Mundial de 1958, en Suecia. Pero el destino más común en la Copa del Mundo para los campeones son los cuartos. Desde el Mundial de Brasil de 1950, seis de los 16 defensores de la corona han caído en la antepenúltima ronda de la competición. Se cuentan, entre ellos, la Alemania de Rummenigge (1978), la Argentina de Maradona (1982) y el Brasil de Ronaldinho y Ronaldo (2006).
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