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“¡Bien, Pedro, bien!”

El delantero canario, que siempre aparece cuando más se le necesita, recibe los elogios unánimes de la plantilla

Pedro, en rueda de prensa.
Pedro, en rueda de prensa.alejandro ruesga

En el campo de entrenamiento donde trabaja España en Curitiba, en la ciudad deportiva de Caju, como antes ocurrió en Washington o en Las Rozas, se ha hecho habitual escuchar a voz en grito: “¡Bien, Pedro, bien!”. A veces es Vicente del Bosque, a veces Pepe Reina, en ocasiones Xavi y en otras Sergio Ramos. Puede que la jugada haya terminado en gol, puede que Iker Casillas haya sacado una mano imposible o puede, como el domingo pasado, que el remate de chilena haya salido rozando el larguero de la portería que defendía De Gea, en su último entrenamiento antes de la lesión. Puede, sencillamente, que la voz de elogio la justificara una presión, una recuperación de balón, un desmarque al espacio, o una pared con Mata. Pero siempre, en todo, aparece Pedro, porque el de Aruba (Tenerife) está siempre, especialmente cuando se le necesita, en La Roja y en el Barcelona.

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En un equipo aparentemente seco cara a puerta, cuatro goles del chicharrero de los 14 que marcó España en los ocho partidos que disputó camino de Brasil, le convirtieron en Pichichi de la selección de Del Bosque en la fase de clasificación al Mundial, incluido el más decisivo, el que le dio en marzo la victoria en Saint Denis ante Francia.

Las quinielas le sitúan como titular ante Chile por su condición de revulsivo

El canario parece dotado de un instinto especial desde que España ganó la Eurocopa en Viene, el verano del 2008, porque ha marcado 12 goles de los 14 que lleva con La Roja en la que carrera a carrera empieza a ser un veterano porque ya suma 41 partidos. Pese a todo, a Pedro se le sigue valorando más en el equipo que en la grada, y antes recibe elogios de sus compañeros que de la hinchada. “Es una amenaza constante en ataque y ayuda mucho en defensa. Siempre crea problemas a las zagas rivales”, dice de él Xabi Alonso, al término de la sexta temporada del canario en el Barcelona, en la que ha participado en 52 partidos, 37 como titular, y ha marcado 19 goles. “Pedro no da un balón por perdido, es pura intensidad”, defiende Mata.

Será por eso que las quinielas en torno a La Roja le sitúan como titular mañana en Maracaná, donde el año pasado Julio César le negó un gol con un paradón. “No sé si me debe un gol. Ojalá pueda marcarlo y sirva de algo, ojalá pueda dar un buen pase. Ojalá pueda ayudar en algo, pero, de verdad, lo único que me preocupa es que ojalá España gane. Es lo único que me preocupa, trabajo para ser titular pero si no juego y ganamos, lo doy por bueno”, sostiene el número 11 de la selección española, alias PR7 en el Barcelona, que sabe que España “no puede fallar. Hay que sacar adelante el partido porque no tenemos otra oportunidad, no queda otra”. “Pedro nos da mucho”, dice Del Bosque, que reconoce que hará cambios. Ayer trabajó a puerta cerrada. Dicen que como cada día se escuchó: “¡Bien, Pedro bien!”

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