Márquez, sin complejos
El piloto catalán reconoce que no tiene relaciones sexuales antes de las carreras y admite que perder con Rossi le dolería menos
El sol cae a plomo en el Vallés, donde se levanta el Instituto de Seguridad de Honda. Allí están Marc Márquez y Dani Pedrosa, sentados ante un grupo de jóvenes aspirantes a periodistas para atender algunas preguntas. Para descubrirse. Y explicar que algunos días alucinan con ellos mismos: “A veces termino una carrera y digo 'no sé ni cómo lo he hecho”, cuenta Pedrosa, que reconoce que siempre le costó un poco más con la MotoGP, “por las dimensiones”, nada que ver con aquella 250cc que les sentaba como un guante. “A mí me pasa que cuando me veo en la tele me doy cuenta de cuánto voy al límite”, admite Márquez, el tipo que acapara todos los halagos.
Y se desnuda ante los estudiantes. Y se presenta como un tipo que no ríe a todas horas, “pero sí el 80% del tiempo”. También se enfada, asegura. “Aunque, por suerte, se me pasa rápido”. Es el piloto del momento y, confiesa, le hubiera gustado competir con Doohan, “porque también lo daba todo, porque era un piloto muy fogoso y agresivo”. También hubiera querido correr contra Crivillé y Stoner. No sabe si ya sería el campeón del mundo más joven de la historia de no haberse anulado la norma que impedía a los novatos debutar en un equipo oficial. Pero sí que el plan le hubiera llevado a correr con una Honda de fábrica, idéntica a aquella con la que ganó el título, aunque fuera en un equipo satélite: “Si el resultado hubiera sido el mismo nunca lo sabremos”.
Sí sabe, y responde raudo, que no le gustaría correr el Tourist Trophy de la Isla de Man, que mejor si ya se ha retirado cuando lleguen (si llegan) las motos electrónicas y que le gusta entrenarse con la bici de montaña por un motivo: “Después de una subida siempre viene una bajada”. No tiene relaciones sexuales antes de las carreras –“Desde el jueves hasta el domingo. Después de la carrera me reservo las fuerzas”–, sabe quién podrá darle el relevo en el futuro –“¡Mi hermano! y Fabio Quartararo; o María Herrera, “que demuestra que las chicas también pueden ir rápido”– y tiene tan claro que nadie se cansa de ganar, como contra quién preferiría perder llegado el caso: “Contra Valentino me dolería menos, cuando gana Rossi todo el mundo está contento”.
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