Malcolm Glazer, el sueño americano en el Manchester United
El magnate era el dueño del club inglés y de una franquicia de la NFL
En 2005 un auténtico cisma hizo tambalearse a uno de los clubes de fútbol más importantes del mundo. Un magnate estadounidense irrumpía en el Manchester United al adquirir la gran mayoría de las acciones del equipo inglés, y eso no gustó nada a unos aficionados acostumbrados a los valores tradicionales del balompié, esos que siempre se ha presupuesto que tiene el fútbol en las islas.
El propietario del United los últimos nueve años, Malcolm Glazer, falleció ayer a la edad de 85 años en su Rochester natal, en el Estado de Nueva York. Glazer sufrió un infarto cerebral en 2006 del que nunca pudo recobrarse del todo, perdió movilidad y capacidad en el habla.
Hijo de inmigrantes judíos, comenzó a trabajar en la tienda de relojes de su familia cuando tenía ocho años. A los 15 su padre murió y el adolescente Glazer se hizo cargo del negocio. A pesar de que los ingresos no eran boyantes, su prematura inquietud empresarial hizo que quisiera expandirse a otros negocios. Así fue cómo adquirió terrenos para instalar caravanas.
Glazer era una de esas personas que encarna el sueño americano, si es que existe tal concepto, el hombre de negocios hecho a sí mismo que progresa hasta reunir una fortuna considerable. Aunque tuvo algunos sonados pinchazos, como cuando no pudo adquirir la fábrica de motocicletas Harley Davison.
Su salto definitivo al mundo de los millonarios famosos lo dio en 1995, cuando compró por 192 millones de dólares la deficitaria y perdedora franquicia de los Tampa Bay Buccaneers, de fútbol americano. Bajo el protectorado de los Glazer, el equipo pasó de ser una ruina a convertirse en uno de los más exitosos de la NFL. Los Bucaneros conquistaron la Super Bowl en 2003.
Pero Glazer no quiso quedarse ahí y puso sus ojos en el soccer (como se conoce al fútbol en EE UU). Desde 2003 comenzó a adquirir acciones del Manchester United para dos años después controlar casi el 100%. En total, más de mil millones de euros. La llegada del americano no sentó nada bien en Old Trafford, que vivió jornadas de protesta antes de los partidos. Incluso un grupo de socios creó un fondo para reunir dinero y arrebatar el club a Glazer. Nada de este barullo le inmutó y puso a dos de sus hijos al mando del equipo. Deportivamente no le fue mal al United en estos años: cinco Ligas y una Champions.
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