Las tres edades del golf
El Masters ganado por Bubba Watson ha mostrado el esplendor de tres generaciones, la de Jiménez, la de Tiger y la actual ● Sin Woods se discute quién manda ahora en el circuito
Nunca fue más cierto aquello de lo que presume Miguel Ángel Jiménez: que él es el golfista de las tres generaciones. Porque en esa última jornada del Masters de Augusta eran tres los grupos de edades que luchaban por la chaqueta verde, las tres generaciones con las que ha vivido El Pisha: la suya, la de Tiger y la actual.
Entre los de su quinta, Jiménez, que tiene 50 años, veía a Chema Olazábal (48), a Bernhard Langer (56), a Sandy Lyle (56), a Fred Couples (54), dando batalla por el campo, reconociéndose unos a otros como viejos soldados. Entre los chicos que se criaron en los mismos tiempos que Woods (38 años) se alineaban Bubba Watson (35), Matt Kuchar (35)… Y a lomos de la descarada juventud de Jordan Spieth (20 años) cabalgaban también Rory McIlroy (24) y Rickie Fowler (25). Aquello parecía una cena familiar navideña, con los abuelos contando batallas, los hijos poniendo orden y los nietos revolucionados.
RESULTADOS
1. Clasificación final: 1. B. Watson (EEUU), 280 golpes, ocho bajo par. 2. J. Blixt (Sue) y J. Spieth (EEUU), 283. 4. M. Á. Jiménez, 284. 5. R. Fowler (EEUU) y M. Kuchar (EEUU), 286. 7. L. Westwood (Ing), 287. 8. B. Langer (Ale), J. Walker (EEUU), R. McIlroy (N.Irl), J. Senden (Aus), K. Stadler (EEUU) y. T. Bjorn (Din), 288. 26. G. Fdez-Castaño, 292. 34. J. M. Olazábal, 294.
El que en definitiva puso las cosas en su sitio fue Bubba Watson, que recuperó para el armario la chaqueta verde que había ganado en 2012. La escena del año pasado se repitió alterando esta vez modisto y cliente. Bubba vistió hace un curso al australiano Adam Scott y este le devolvió el domingo la prenda. Su fortaleza de pegador, el plus de ser zurdo en Augusta (seis de los últimos 12 campeones lo son) y el control de las emociones le dieron la gloria. Watson manejó los nervios mejor que Spieth, que a punto estuvo de romper el récord de precocidad de Tiger en Augusta, finalmente segundo empatado con otra sorpresa, el sueco Jonas Blixt, un debutante entrenado por el gallego Jorge Parada. Y cuarto fue Jiménez, su mejor resultado en Augusta, incombustible con el medio siglo escrito en su carnet, aunque bajo el bigote notara un cierto sabor “agrio” por lo que pudo haber sido y no fue. “Puede que sea la vez que más cerca me he sentido de ganar”, dijo con el puro entre los labios.
Jiménez compartió ronda con Fowler y en la coincidencia de la pareja en el campo pudo verse la diferencia entre dos mundos. Ya no solo por ese color naranja chillón con el que suele vestir el estadounidense (25 años les separan, toda la vida de Fowler), sino porque la pegada del joven marcaba diferencias con el veterano. Cosas de aquella revolución física que Tiger inició precisamente en Augusta en 1997.
Sergio García, séptimo, pierde una posición en el ránking tras su visto y no visto en Augusta
Woods lo cambió todo y ahora al golf le cuesta acostumbrarse a una era en la que no hay rey. Sigue siendo el número uno, pero ya no domina, no gana grandes desde 2008, no es temido. A sus espaldas se discute quién será el valiente que dé un paso al frente. Por lo visto en Augusta, Jordan Spieth apunta a figura, ahí están McIlroy y Fowler, y Jiménez dejó demostrado que los suyos no han dicho la última palabra. El de Churriana debuta este viernes en el circuito sénior estadounidense, en Atlanta, pero será solo una parada para ver de qué va aquello y volver luego entre los muchachos. Se le ha metido en el entrecejo al Pisha estar en la próxima edición de la Ryder y ya se sabe que es un cabezota.
Jiménez escaló ayer ocho posiciones en el ránking mundial, del 40 al 32. Bubba Watson es cuarto y Jordan Spieth, noveno. Sergio García ha perdido una posición, séptimo, después de su visto y no visto en el Masters. Las tres generaciones siguen dándose codazos.
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