La oscura lesión de Cristiano
El entrenador, los doctores del Madrid, y los médicos privados del jugador, se contradicen respecto a la dolencia del luso
Carlo Ancelotti dijo el sábado que no descartaba a Cristiano para la final de Copa del próximo miércoles. En el seno de la plantilla del Madrid hay jugadores y empleados que aseguran sentirse perplejos ante las informaciones publicadas en los últimos días, que apuntan a que el goleador portugués sufre una "lesión muscular" o "estrés muscular". Dicen que no tienen constancia de que Cristiano tenga ni una rotura fibrilar ni una contractura, y que los problemas del futbolista se concentran en la grave tendinitis que afecta a su rodilla izquierda. En el entorno de Cristiano, sin embargo, la versión es otra: ahí afirman que el jugador sí sufre una rotura fibrilar que tardará al menos una semana en curar y que, por tanto, le impedirá disputar el clásico de Copa, en contra de lo que insinúa Ancelotti.
La información médica que concierne a los jugadores del Madrid está sujeta a un estricto control institucional desde hace años. Los partes —si es que se publican— suelen ser lacónicos, difusos y anónimos. En este marco de sombras, la lesión que sufre Cristiano ha sido objeto de un tratamiento contradictorio, producto de la enorme preocupación que existe en el club ante la evidencia de un error: el jugador franquicia no llega en condiciones a la parte decisiva de la temporada.
Las versiones son discordantes. Ancelotti aseguró durante dos semanas que el jugador no tenía nada "preocupante", nada que le impidiera jugar con "normalidad". Por su parte, algunos de los médicos que tratan al futbolista, en unos casos han señalado la existencia de una rotura fibrilar y en otros de una contractura muy fuerte en la parte posterior del muslo izquierdo.
En Valdebebas creen que Cristiano resistió tratándose con especialistas ajenos al Madrid (médicos y fisioterapeutas de su confianza), sin que lo supieran los médicos oficiales
Hay empleados en Valdebebas que ponen en duda que Cristiano haya desarrollado una contractura después de una semana de descanso, pues apenas se entrenó entre la ida y la vuelta de los cuartos de la Champions. Mucho más inverosímil les parece la versión de la rotura, pues tocó balón el domingo 6 de abril, y eso es impensable con un desgarro.
Los médicos del Madrid se alarmaron cuando, después del 3-0 al Dortmund, revisaron la rodilla de Cristiano. Lo que allí encontraron, según fuentes del club, fue una inflamación descontrolada. El resultado de varias semanas, tal vez meses, de haber jugado con dolor. En Valdebebas creen que Cristiano resistió tratándose con especialistas ajenos al Madrid (médicos y fisioterapeutas de su confianza), sin que lo supieran los médicos oficiales. Aguantó porque le encanta competir y porque, como apuntan sus compañeros, le obsesionan los récords individuales. Mientras tanto, el deterioro de la rodilla izquierda se agudizó. Los médicos externos acusan a los del club. Los médicos del club señalan a los de fuera.
Cristiano acudió a Dortmund contra la recomendación de los médicos del Madrid. Pensó que después de haber descansado seis días había mejorado. Pero apenas inició el calentamiento en el Westfalenstadion sintió un fuerte dolor en la zona afectada. Ahí todos coinciden: el jugador se asustó mucho. Pensó que si no había conseguido rebajar la tendinitis con una semana de descanso sería poco probable llegar a la final de Copa y a las semifinales de Champions en condiciones. En el vestuario madridista calculan que si juega la Copa la inflamación se le puede disparar, haciendo imposible su participación en la Champions. No contabilizan ninguna rotura fibrilar.
Cristiano ha metido 13 goles en 12 clásicos desde la temporada 2010-2011. Es el máximo anotador de la plantilla del Madrid en los enfrentamientos contra el Barcelona. Si se pierde la final de Copa será la primera vez que no juega un clásico desde que llegó al club en el verano de 2009.
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