La “edición humana” de la Volvo
Knut Frostad quiere narrar la regata como un día salvaje en la oficina
La Volvo Ocean Race (VOR) quiere hacerse más humana. Huir del elitismo que inspira el deporte de la vela y mostrar las historias reales, de pura cotidianeidad, las que se viven en un barco los nueve meses que dura la travesía de la competición reina de los océanos. “Hay que hacer que la gente sueñe con participar en la Volvo”, explica el director de la regata, Knut Frostad.
A este noruego de 46 años se le nota que participó en una competición que representa el Everest de la navegación. Ante 200 personas de más de 20 países, quizás la rueda de prensa más multitudinaria de todas las ofrecidas en tres años en su sede de Alicante, Frostad se esforzó en demostrar lo que hay detrás de la VOR: “Hay que contarla como si fuera la vida en un extremo”. Es decir, como si viviéramos un día salvaje en la oficina.
Será como si fuera un reality, pero de verdad
Interesan las emociones: “La edición humana”, como llaman internamente los trabajadores de la VOR a la cita de este año, “debe hablar más de los tripulantes que de los resultados de la carrera”, explicó Frostad. Cómo es la vida en Abu Dabhi, uno de los puertos de la carrera; cómo mata un marino el tiempo cuando se cansa de mirar al horizonte en una mar plana, a qué sabe la comida a bordo, la importancia del compañerismo..., el enfoque de los reporteros que cada una de las siete tripulaciones incorpora debe perseguir el objetivo de que cada día “parezca un día en la oficina”.
El equipo chino se estrena sin tripulantes con experiencia en grandes travesías. Hay una tripulación estrictamente femenina. Los micrófonos ocultos en el barco han sido mejorados en su sonido para que el ruido natural de cada travesía no oculte las conversaciones, las entrevistas a bordo serán posibles, escuchar qué gritan los marineros en mitad de un oleaje salvaje también: la VOR 2014-2015 se presenta como una oportunidad para quienes disfruten de las grandes aventuras y las mejores historias.
La vida en el barco tiene que ser “como si fuera un reality, pero de verdad”, continúa Frostad, “con emociones sinceras, no como en la televisión. Que dé la impresión de que cualquiera puede estar allí”. Podrá verse a través de tablets, teléfonos, cualquier dispositivo. “Serán menos historias, pero mejores”, redunda el noruego. En octubre empieza la aventura.
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