MotoGP es el mundo al revés
Aleix Espargaró y su Yamaha de hace dos años desquician a Lorenzo, incapaz de entenderse con los neumáticos
El año pasado llevaba una Aprilia. Y logró, como mejor resultado, cuatro octavos puestos de forma consecutiva en Mugello, Montmeló, Assen y Sachsenring. Se acercaba habitualmente al top 10. Pero no sabía qué era dominar una categoría. Hasta que llegó a Losail. Aleix Espargaró (Granollers, 24 años) ha firmado el mejor tiempo en la tres sesiones de entrenamientos libres disputadas hasta ahora en el circuito de Catar, donde este domingo se celebra la primera carrera del Mundial de MotoGP de 2014. Lleva prácticamente la Yamaha M1 de hace dos años –el motor, el chasis y el basculante llevan la firma de la casa de los diapasones–, el resto lo pone Forward, su nuevo equipo, ese que aspira a hacer de la reglamentación open –permite gomas extrablandas, más combustible y más motores para los equipos con menos opciones– toda una revolución en las carreras de motos. O, al menos, en el primer fin de semana de gran premio.
Aleix todavía no ha ganado nada, pero, de momento, ha sacado de sus casillas a Jorge Lorenzo, dos veces campeón del mundo y aspirante al título como piloto oficial de Yamaha. No entiende el mallorquín lo que está ocurriendo. La noche de este viernes logró clasificarse, por los pelos –“He arriesgado mucho”, concedió–, entre los diez primeros. Logró el séptimo mejor tiempo (a siete décimas de Espargaró), suficiente para evitar la Q1 y competir directamente en la sesión de clasificación que disputan siempre los diez mejores de la categoría (de acuerdo con los tiempos combinados de los entrenamientos libres).
Este sábado dispondrá de media hora para buscar soluciones a sus problemas, focalizados, de momento, en los nuevos neumáticos. No logra el agarre necesario para pilotar cómodo. Abrir gas es poco menos que un peligro, según relata. Luego, en 15 minutos, se disputará la primera pole de la temporada. Y, para él, Espargaró es el favorito. “En esta carrera nos conformaremos con lo que tenemos”, dijo el de Yamaha. Confía en clasificarse entre el tercero y el séptimo puestos. Y tiene la esperanza de que la carrera sea otra cosa: “Las open no podrán correr con el extra blando y habrá muchos pilotos que opten al podio, pero la carrera será larga: espero que eso nos ayude cuando los rivales bajen su rendimiento”, explicó.
No es el único que se ha visto en problemas, aunque sí el que parece tenerlos menos controlados. Con Iannone (una open) y Bautista (con una Honda satélite), en el segundo y tercer puesto, es Márquez, quinto, el primer piloto oficial de la última clasificación. Tras Lorenzo, está Rossi (noveno) y luego Pedrosa (décimo). El mundo al revés. “Cuando las open meten la goma extra blanda están un escalón por encima, pero nosotros tenemos que pensar en la carrera”, apunta Márquez. “Solo es viernes”, se tranquiliza también Pedrosa. “Es muy difícil recuperar en 45 minutos lo que otros han hecho en tres días”, dice en referencia a los rivales (todos menos los pilotos oficiales como él) que se entrenaron en este mismo circuito hace poco más de una semana. “Cuando se reparten los puntos es el domingo”, añade el campeón.
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