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Combate aéreo en la Castellana

El Barcelona ha encajado en las jugadas de estrategia siete de los 22 goles ligueros

Ronaldo, en el gol decisivo de la Copa de 2011.
Ronaldo, en el gol decisivo de la Copa de 2011.alejandro ruesga

La diferencia siempre fue enorme. Ya lo dijo Johan Cruyff en la época del dream team: “La clave está en que no centren para que Hugo Sánchez no remate”. Entonces, ir a Madrid ya era un combate aéreo y el Barcelona tenía un problema semejante al que ahora se enfrenta Martino. También lo sabía Pep Guardiola, que trabajó en el diseño de la estrategia, cuando por consejo de Unzue alejó la línea del área. Y funcionó, más o menos.

Vuela el Madrid y su ataque sigue siendo un taladro cada vez que planta el balón cerca del área, desde la esquina o en un lateral. Y el Barça, consciente de la fortaleza rival en esa suerte, le presta especial atención en los últimos entrenamientos, sabedor de que no hay mejor receta para el éxito que evitar esas acciones. Pero no es fácil. Trabajar se trabaja, en especial la concienciación. Y por algo se varió el diseño de la estrategia defensiva al inicio del curso: ya no se marca en zona, sino al hombre, con dos jugadores libres, basculando en el área, tratando de cambiar la tendencia. “Se trata de hablarlo y de que Valdés esté cómodo”, explican en la ciudad deportiva del Barcelona. No parece que sea suficiente.

Desde 2011, el Madrid le ha marcado al equipo azulgrana siete tantos a balón parado

La creencia es que el cambio de plan exige mayor atención al defensor en la batalla aérea, dado que a Martino no le crecen los defensas y algo hay que hacer dispuestos a tapar esa grieta. El Barcelona ha encajado en este curso siete de los 22 goles de la Liga a balón parado, un 32%. Un riesgo tremendo para el equipo de Martino, mucho más si enfrente está el Real Madrid, que esta temporada ha celebrado nueve de los 77 goles ligueros (12%) en jugada estática.

El Madrid es el sexto equipo que más centra en la Liga (672), suficiente para sacarle jugo a su potencial aéreo, del que el Barça sabe bien sus consecuencias: un centro rematado por Ronaldo le dio al Madrid la Copa en la final de Mestalla en 2011. Pero no solo eso, sino que desde ese mismo año, el equipo blanco ha firmado siete goles de córner, dos de Ronaldo y uno de Alonso, Benzema, Khedira, Varane y Ramos al jugar contra el Barcelona.

Martino sabe que le pagan un asado si sale vivo en su primera visita al Santiago Bernabéu, si es capaz de que a su equipo Sergio Ramos no le marque un gol en una jugada de estrategia. Del mismo modo, sus jugadores también son conscientes de que para seguir peleando por la Liga no hay otro camino que volver a casa tras visitar Chamartín con puntos en las maletas, así que para empezar debe combatir el juego aéreo. Y en eso están. Los centímetros no aumentan. Y el tamaño importa tanto como la actitud.

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