Odom: 15.000 euros, dos puntos
El Baskonia rescinde el contrato del pívot, dos meses de baja por una lesión lumbar
La “refundación” del Baskonia tendrá que resetearse o, al menos, cambiar de motor. Lamar Odom, el flamante fichaje del expívot de la NBA, ganador de dos anillos con los Lakers, y que fue paseado por instituciones deportivas y políticas por Vitoria, estará dos meses de baja por una radiculitis lumbar que deja ya sin efecto su contrato, precisamente por ocho semanas, con el conjunto vasco. El fin del matrimonio, previsto para el 18 de abril, se ha adelantado. Han sido 21 días en Vitoria, con un impacto mediático sublime, que se han traducido en 23 minutos de juego (seis ante Unicaja en la Euroliga; 17 ante el Valencia en la Liga Endesa), dos derrotas, dos puntos, cuatro rebotes y dos tapones. Hoy ya es historia. ¿Mereció la pena el impacto mediático y anímico frente a la decepción deportiva? ¿Fue marketing o deporte? ¿Y cuánto ha costado?
Estoy algo avergonzado. La gente me quería. En Vitoria hay un lugar que me espera”
Según fuentes del Baskonia, la operación ha sido más decepcionante que costosa. El fichaje de Odom estaba estipulado en unos 50.000 dólares (36.000 euros) al mes, es decir, en 100.000 dólares (72.000 euros) por los dos meses estipulados en el contrato, aunque pudieran haberse ampliado hasta el final de temporada. “Una cantidad que no es desorbitada, teniendo en cuenta lo que cobra cualquier americano de nivel medio alto”, explican en el club. Sin embargo, el Baskonia, conocidos los problemas de Odom, su pasado, su falta de competición (no jugaba desde mayo) y su edad (34 años), consideró que se trataba de un fichaje ilusionante pero también “una operación de riesgo”, por lo que el contrato incluyó la suficiente letra pequeña para protegerse de posibles contratiempos. De tal forma, según aseguran en el Baskonia, que los 25 días que Odom ha permanecido bajo la disciplina del club vitoriano han salido por menos de la mitad de lo estipulado para un mes, rondando los 20.000 dólares (15.000 euros), una cantidad por debajo de la jerarquía del apellido, aunque haya resultado cara para esos dos puntos y cuatro rebotes.
Odom tuvo tratamiento de mandatario en Vitoria y elevó la autoestima del alicaído Baskonia, aunque no jugase. Su aportación deportiva, sin embargo, ha sido ínfima. Los aficionados le han visto más en ruedas de prensa y actos públicos que sobre el parqué del Buesa Arena. Se hablaba de su necesidad de recuperar el tono físico tras muchos meses sin competir, algo extraño en un jugador contratado para los dos meses decisivos de la competición. No obstante, en la entidad se aduce que la lesión lumbar se ha producido en Vitoria y no antes.
En cualquier caso, ni el Baskonia ni Odom cierran la puerta al futuro. El estadounidense manifestó ayer estar “agradecido a la afición por el apoyo y la comprensión”. “Estoy algo avergonzado pero al mismo tiempo orgulloso de poder decir que estoy lesionado y tener un equipo que lo entiende y continúa apoyándome. Eso significa mucho para mí y me hace tenerles mucho respeto. Lo que ha hecho Baskonia por mí en este corto periodo de tiempo me ha hecho entender que la gente me quería… En Vitoria hay un lugar que me espera”.
Tanto Odom como el Baskonia insisten en la posibilidad de que reanudar en el futuro la relación, algo poco probable. La decepción ha sido tan importante que incluso un viaje a Bilbao, antes de su marcha, fue considerado un desdoro. Tan acostumbrado el Baskonia a exportar talentos a la NBA (Calderón, Macijauskas, Nocioni, Oberto, Prigioni, Teletovic…), pifió su primer fichaje estrella.
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