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El Camp Nou se impacienta con Neymar

El vestuario del Barcelona pide tiempo para la estrella brasileña, silbada ante el Manchester City por una parte de la afición El jugador está afectado por el conflicto y la prolongada investigación que rodean su fichaje

Jordi Quixano
Neymar, durante el duelo ante el Manchester City.
Neymar, durante el duelo ante el Manchester City.QUIQUE GARCIA (AFP)

Se marchó con paso pesaroso bajo una gorra rapera, pero con la sonrisa por delante. “Hoy no, gracias”, respondió con educación cuando se le intentó preguntar. Resulta que a Neymar no le salen las cosas, pero, descarado porque le sobra talento y fútbol, lo intenta aunque lleve unos partidos en fuera de juego y fuera de forma. No le coge el hilo a la competición el 11, aunque Martino le ponga por delante de casi todos a excepción de Messi, más que nada porque de sentarse en el banquillo quedaría señalado ante todos. “Fui injusto con Alexis y con Pedro, pero creí en esta alineación”, admitió el entrenador tras vencer al City. En el Barça la confianza en el brasileño es ciega, desde el área deportiva al cuerpo técnico, también en el vestuario. Pero piden paciencia y tiempo, algo que no le ofrece una parte del Camp Nou.

La irrupción de Neymar en el Barça fue una oda al quiebro y al pase, aunque se encasquilló con el remate, penalidad que aún le fustiga. Cuenta con solo siete goles en la Liga, lejos de los registros logrados en Brasil. Pero despertó en diciembre al tiempo que se apartó Messi, con una lesión muscular. Ahí, de delantero centro, sabedor de que se le exigía la responsabilidad del gol, encadenó elogios con goles, futbolista egoísta en la definición.

“Se sacrifica más de lo que la gente cree, y si hubiera hecho algún gol...”, dice Xavi

No le ocurre lo mismo de extremo y menos por la derecha, donde se estrenó frente a los citizens. “Ha hecho un gran esfuerzo. Se comprometió mucho porque siguió a Kolarov en sus subidas, pero también se metió por dentro cuando Xavi se movía para cerrar a Silva y Nasri”, le reconoció Martino. “Se sacrifica más en defensa de lo que la gente cree. Y si hubiera marcado...”, defendió Xavi. Pero falló dos disparos y, sobre todo, apenas participó del ataque. “Milner trabajó en la ida y vuelta para las ayudas defensivas; hizo un gran partido”, dijo Zabaleta. “No es que hubiera un plan especial para frenarle en una zona específica, solo había que mantener la presión para que no jugara con comodidad”, amplió el propio Milner. Se salieron con la suya, al menos en ese aspecto. No así con Messi, generoso en el esfuerzo y atinado en el chut, quizá porque el seleccionador argentino, Alejandro Sabella, estaba en el estadio, igual que ayer en el entrenamiento del plantel azulgrana.

Dicen en el vestuario del Barça que Neymar no ha perdido su sonrisa, pero entienden que el hecho de que la Audiencia Nacional investigue al club por un presunto delito fiscal en su fichaje de 9,1 millones de euros puede afectarle. El juez Ruz, en un nuevo auto, solicitó ayer a Hacienda los certificados del pago al fisco de 13,5 millones por parte del club y reclamó de nuevo a la FIFA la documentación que obra en su poder sobre el fichaje y que en su día se negó a entregar a través de la Federación Española, alegando que se trataba de datos confidenciales, informa Fernando J. Pérez.

Chigrinski, Ibra y Cesc ya sufrieron la pita del estadio

El escándalo, que estalló en diciembre, se alarga. “Imagino que lo vivido con lo del traspaso no es sencillo. Se requiere una madurez que a nosotros nos muestra tener”, señala Piqué; “no ha hecho falta animarle”. Aunque quizá frente al City lo necesitaba, sobre todo porque el Camp Nou le dedicó una pita velada (y algunos aplausos), crítica que ya vivieron jugadores como Giovani Dos Santos, Chigrinski, Ibrahimovic y Cesc en los últimos cursos.

“La gente exige mucho y eso es el Barça. Es normal”, esgrime Xavi. Intercede Piqué: “La afición siempre dice lo que piensa y eso está bien”. Alves lo tiene claro: “El proceso de adaptación va muy bien; es cuestión de tiempo”. Xavi opina de igual modo: “Teniendo en cuenta que es su primer año, su rendimiento es bueno. No creo que tenga problema de adaptación al juego ni al equipo”. Pero sí requiere tiempo para ponerse a punto, puesto que de los últimos ocho encuentros solo ha completado uno. “El proceso de reincorporación [tuvo un esguince de tobillo] hace que no termine con la forma física completa los 90 minutos”, argumentó el técnico.

Con tres balones robados y 10 perdidos, una mala defensa final sobre Kolarov y un único dribling exitoso de los siete que intentó ante el City, Neymar persigue su mejor versión. “Puede ser un futuro Balón de Oro”, dice Piqué. Aguarda impaciente el Camp Nou.

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