“Es muy extraño, no quiere ir a Brasil”

Camino de Barcelona, donde reside el central zurdo mexicano del Espanyol (Héctor Moreno), el seleccionador de México, Miguel, Piojo, Herrera, muestra su perplejidad ante la negativa de Carlos Vela, delantero de la Real Sociedad, a participar en el Mundial de Brasil. “Es muy extraño porque ahí está Zlatan [Ibrahimovic] expresando su frustración por no poder disputar el Mundial al haber sido eliminada su selección [Suecia]; o el pesar de Radamel Falcao por una lesión que lo puede dejar fuera [de la selección colombiana en la Copa del Mundo]. Ojalá que no sea así”.

“El jugador [en una reunión mantenida el pasado fin de semana en Madrid] no me manifestó ningún malestar con nadie. Su pensamiento y su compromiso están solo con su equipo [la Real Sociedad]. No lo comparto, pero lo respeto. Y yo necesito a los jugadores al 100% para poder hacer un Mundial diferente [México solo ha llegado dos veces a cuartos de final, las dos que fue anfitrión, en 1970 y 1986]”, añade Herrera.

La decepción con el delantero de la Real es enorme para la hinchada mexicana, una de las más entusiastas y numerosas en las Copas del Mundo.Él explica sus razones en una carta dirigida a los aficioandos: "No nos engañemos más. El proceso de eliminatoria para nuestra selección fue muy difícil y severamente criticado. Mis compañeros de profesión, los distintos cuerpos técnicos que la han formado, los mismos diri gentes de la Federación Mexicana, pasaron momentos muy complicados hasta el grado de recibir insultos".

Vela (Cancún, 24 años) ya era una figura a los 17 años, campeón del mundo juvenil en Perú 2005 tras batir a Brasil en la final 3-0. Pero su relación con El Tri (9 goles en 35 partidos) fue convulsa casi desde el primer instante, tras debutar con la absoluta en septiembre de 2007 en un amistoso frente a Brasil. Estaba entonces cedido a Osasuna por el Arsenal, donde se le impedía jugar por carecer de permiso de trabajo. Le molestó convertirse en protagonista de las revistas de chismes en su país, al ventilarse sus supuesta querencia por las fiestas y las aventuras sentimentales. En el banquillo de El Tri coincidó con Sven Goran Eriksson. Aunque su principal encontronazo con la federación mexicana se remonta al 21 de septiembre de 2010. Él y su compañero Ifraín Juárez son expulsados seis meses de la selección acusados de ser los organizadores de una juerga en Monterrey del día 7 de ese mes tras un encuentro frente a Colombia. A las órdenes de Javier Aguirre, Vela acababa de disputar el Mundial de Sudáfrica con su país, lesionado en el choque ante Francia, perdiéndose las derrotas frente a Uruguay y la posterior en el cruce de octavos ante Argentina.

Después de la sanción, Vela volvió a El Tri en febrero de 2011 con José Manuel de la Torre en la dirección. Su bajo rendimiento y el enfrentamiento con algunos directivos propiciaron su primera renuncia para la Copa de Oro de 2012. Tampoco quiso participar en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, conquistados por México, ni en la clasificación para el Mundial de Brasil 2014. Después de muchos tumbos por el Celta, el Salamanca, Osasuna, el Arsenal y el West Bromwich, encontró por fin su sitio en la Real Sociedad, donde explotó su juego de potencia, habilidad y concreción.

El Piojo Herrera, apodado así hace 20 años por sus compañeros del Atalante —“era pequeño pero bueno”, dice—, quiere un México “que tenga la pelota y llegue con mucha gente al ataque”. Y para eso cuenta con Rafa Márquez, “el único indiscutible”, proclamado campeón de México con el León, a los 34 años, “muy ilusionado con el Mundial”. Y con delanteros como Peralta, el goleador de los Juegos de Londres, así como Giovani dos Santos, el extremo del Villarreal, que ya se quejó del supuesto mal trato al que son sometidos los europeos cuando viajan a jugar con México. Herrera se basó en un bloque formado por jugadores de equipos mexicanos para superar a Nueva Zelanda en la repesca hacia el Mundial de Brasil. Pero no excluye a nadie. Salvo a Vela, que tiene otras prioridades.