Kohlschreiber apabulla a Bautista
Alemania se adelanta 1-0 frente a España en primera ronda de la Davis tras la derrota 2-6, 4-6 y 2-6 del castellonense, que no tiene ninguna bola de break.
En solo 1h 43m, Philippe Kohlschreiber pone 1-0 a Alemania en la primera ronda de la Copa Davis que le enfrenta a España. En un suspiro, el alemán gana 6-2, 6-4 y 6-2 a Roberto Bautista y deja la pista libre para que Florian Mayer y Feliciano López disputen a continuación el segundo duelo de la jornada. Al español, que debuta en la competición, le falta la aceleración con la que triunfa su contrario. Adaptado al bote bajo de la pista de Fráncfort, Bautista no sabe cómo explotar su velocidad. Quiere ir al cara a cara, al desgaste de los largos intercambios, como para saber cuánto Kohlschreiber tiene en frente después de que el alemán no disputara por lesión el Abierto de Australia. La respuesta llega a través de los rayos que despide la raqueta del alemán, que no le da tiempo para preguntas: acelerando a partir del segundo golpe para aprovechar el cemento azul, Kohlschreiber deja a Bautista con la palabra en la boca, el argumento en la cabeza y la hoja en blanco. Sin peso en el duelo.
"Jugué totalmente relajado, moviéndome muy bien", resumió el alemán. "Estuvo brillante", añadió el español. "No ha habido manera. Ha jugado muy bien". Gráficamente, tras destacar el saque del alemán y su primer tiro, fotografió: "He ido de culo durante todo el partido".
Si Feliciano no derrota a continuación a Mayer, España se lo jugará todo con el dobles del sábado
El español nunca toma la iniciativa. No se procura ninguna bola de break. Solo en dos ocasiones llega al deuce. Libre de agobios con su servicio, Kohlschreiber pronto empieza a pensar en cómo asaltar el del español. Este es un tenista de juego exquisito y bellamente planteado. Con su revés a una mano, el alemán puede abrirse pista en cruzado y cerrarla para rematar el punto con el paralelo. Para un tipo de su estatura (1,78m) saca estupendamente. Si no ha tenido más dictado en el tenis es porque la cabeza siempre le ha podido contra los mejores.
Frente a eso, Bautista. El español llega a rodar por los suelos. Nunca consigue encerrar al alemán sobre su revés, porque con el revés cruzado él no muerde lo suficiente y no le esquina. Su derecha no abre heridas, porque no vuela tan larga, de línea en línea como en la mágica noche en la que eliminó a Juan Martín del Potro del Abierto de Australia. Encuentra argumentos en el del sostén del saque, que a veces aparece, y en el corazón.
Mientras los altavoces vomitan música tecno, la grada aplaude sin calentar el partido. Con esa banda sonora, Carlos Moyà, el seleccionador español, que debuta en el cargo, alecciona con tranquilidad a su pupilo. Los mensajes son cortos, la actitud pausada, como intentando quitarle presión al asunto. Este es el escenario al que ahora se enfrenta el nuevo capitán: si Feliciano no derrota a continuación a Mayer, España se lo jugará todo con el dobles del sábado.
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