Navarro le da un revolcón a Spanoulis

El Barcelona asestó un golpe de mano en la cancha del bicampeón de Europa, el Olympiakos, y Navarro ofició de líder, una vez más, en las situaciones más comprometidas y adversas. En un mano a mano espectacular que le emparejó en los minutos decisivos con Spanoulis, el rey del baloncesto continental, el alero azulgrana brindó un curso de excelencia baloncestística. Su acelerón en el tercer cuarto resultó abrumador para el Olympiacos y estimulante para el Barcelona.

Fueron 14 puntos casi de corrido que dejaron al Olympiacos seriamente magullado (41-51). Hasta ese momento Navarro apenas se había dejado ver. Recién recuperado de la lesión en los isquiotibiales que le apartó de los dos últimos partidos, no compareció en el quinteto titular y solo sumó un par de tiros libres en los siete minutos que jugó hasta el descanso.

El Barcelona sufrió al principio. Printezis superó a Lorbek, que se cargó muy pronto con dos faltas, y también a Nachbar. El Olympiacos, deseoso de resarcirse ante su afición de su primera y abultada derrota de la temporada, la semana anterior en Milán (81-51), dominó el rebote y defendió con eficacia a los tiradores del Barcelona. El equipo griego abrió una brecha de nueve puntos (23-14).

La irrupción de Abrines, con dos triples, algunas acciones puntuales de Tomic y Nachbar, y el buen partido de Oleson y Sada propiciaron un parcial de 0-14 y que el marcador se igualara. Hacia el final del segundo cuarto ambos equipos se neutralizaron de tal forma que el juego se trabó, el marcador se congeló y se temió lo peor: un partido de guarismos ínfimos y posesiones larguísimas y especulativas. No fue el caso.

El alero azulgrana sumó 14 puntos en el tercer cuarto y añadió un triple decisivo al final

El aluvión de canastas de Navarro en el tercer cuarto descompuso al Olympiakos. Sus 14 puntos, incluidos dos triples, en apenas siete minutos dieron un vuelco espectacular a los acontecimientos (41-51). Xavi Pascual le dio descanso. Oleson, Sada y Tomic mantuvieron al equipo azulgrana por momentos. No tardó en llegar la embestida del campeón europeo, de nuevo con un Printezis soberbio, con algunos destellos de Spanoulis, pese al pegajoso marcaje que sufrió por parte de Oleson y a veces de Sada, y un triple de Lojeski. El 64-66 cuando faltaban más de tres minutos y medio no auguraba nada bueno al Barcelona, atribulado en un ambiente infernal, la ya famosa locura de la afición griega que suele expresarse en su máxima extensión en El Pireo.

Pero Navarro no había concluido su recital. Se reincorporó al juego, Spanoulis se emparejó con él, y volvió a anotar un triple escalofriante que acabó de darle al Barcelona el reprís que necesitaba en una situación tan comprometida. Nachbar falló dos tiros libres con 66-69 en el marcador y abrió otra vez la incertidumbre. Una pérdida de balón de Sloukas y un triple de Oleson acabaron de dejar el partido visto para sentencia. Fue un triunfo que refuerza la trayectoria ascendente del Barcelona, que suma el pleno de victorias tras la tercera jornada en el Top 16 y que ha ganado en las canchas de dos grandes, el Fenerbahçe y el Olympiacos.