El gran dilema de Xabi Alonso
El centrocampista, libre en junio, debe decidir si supera su desencuentro con el Real Madrid o acepta otras ofertas
El mes pasado el PSG se puso en contacto con Iñaki Ibáñez, agente de Xabi Alonso, para ofrecerle un contrato de tres temporadas por un total de 40 millones de euros netos: 10 por año más 10 a la firma. Preocupados por conferir al club parisino de un halo irresistible, los cataríes insistieron en mantener en absoluto secreto las conversaciones, a menos que se confirmara un acuerdo. No querían trasladar al mundo la idea de que el PSG es un club al que se le puede dar una negativa por respuesta. Pero Ibáñez se mostró frío e indefinido. Tan enigmático como su representado, hombre de amplias habilidades sociales que, sin embargo, resulta inescrutable hasta para sus compañeros.
La normativa FIFA determina que Alonso está legitimado desde el miércoles pasado para negociar con cualquier club. Se queda libre el próximo 30 de junio. La situación es insólita en un jugador de su talla y le ofrece unas posibilidades fabulosas ante el último gran contrato de su carrera. Alonso es tan dueño de su destino que se permite el lujo de dudar, en una encrucijada que ha mantenido en vilo al Madrid, al PSG, al City, al Manchester United y al Juventus. Todos le han manifestado su deseo de contar con él, y el Chelsea puede sumarse a la puja.
69 quedan libres
Hasta 69 futbolistas de Primera División quedan libres el próximo 30 de junio, entre ellos dos del Atlético (Tiago y Aranzubia) y cuatro del Barcelona, los dos porteros (Valdés y Pinto) y dos defensas (Bartra y Montoya). El club con más jugadores que pueden marcharse sin abonar traspaso el próximo verano es el Rayo Vallecano, con 10, por ocho del Levante, siete del Getafe y de Osasuna, y seis del Valladolid.
El gran dilema de Alonso es consecuencia de la postura inicial del Madrid, que hasta este otoño se mostró reticente a renovarle. Esto percibió el jugador durante los meses difíciles de la temporada pasada, cuando debió regularse para sobrellevar la pubalgia. En su entorno aseguran que es muy orgulloso y se sintió injustamente desamparado ante las señales que le envió el Madrid en un momento de dificultad personal. En lugar de ofrecerle una mejora de contrato acorde a su excelente rendimiento durante cuatro años, desde la directiva le hicieron llegar la idea de que sospechaban de su estado físico y que le buscaban un relevo. En los despachos del Bernabéu hay quien confirma que el fichaje de Illarramendi no tenía otro objetivo que suplantar al viejo mediocentro por otro más joven. Hasta este otoño las ofertas de renovación del Madrid no mejoraron los cinco millones del actual sueldo de Alonso. La estrategia trazada por el presidente Florentino Pérez apuntaba a una regeneración de la plantilla y el jugador de Tolosa, de 32 años, solo entraba en los planes con un papel secundario.
La evidencia de que Illarra está demasiado tierno para recibir un testigo tan pesado no caló en la directiva hasta octubre. Por si los partidos iniciales de la Liga no resultasen reveladores, Carlo Ancelotti se mostró contundente en sus conversaciones con Florentino Pérez. Según fuentes madridistas, la exposición del entrenador fue estremecedora. Ancelotti señaló que Alonso era el futbolista más importante de la plantilla por su influencia en el juego, y advirtió de que si el club no era capaz de retenerle los dos años siguientes serían dos años perdidos. El técnico cree que hasta 2016 quien tiene que ordenar su propia sucesión es Alonso porque en el mercado no hay jóvenes equiparables. Ancelotti comparó a Illarra con Pirlo para explicar que este tipo de futbolistas necesitan madurar: Pirlo fue cedido por el Inter en 1999, con 20 años, y no se consolidó en el Milan hasta su segunda temporada, con 24.
Pellegrini le llamó para ofrecerle la manija del City y el PSG le prometió 40 millones
Convencido de que era preciso dar un giro a su plan, en otoño Florentino Pérez se apresuró a ofrecerle a Alonso dos años de contrato por un total de unos 13 millones de euros netos. La ausencia de una respuesta clara por parte del jugador extendió el estupor en los dirigentes madridistas, que en los últimos meses han oscilado entre el pesimismo total y un moderado optimismo. En el Bernabéu circuló el rumor de que estaban dispuestos a ofrecerle hasta 10 millones netos por año.
Receloso de la desconfianza observada en Florentino Pérez tanto como de la repercusión pública que tendría para él una crisis abierta con el club, Alonso ha tenido serias dudas sobre la decisión a tomar. Manuel Pellegrini, el técnico del City, le llamó hace semanas para ofrecerle la titularidad indiscutible. El chileno le habló del equipo con más futuro de Europa, de un esquema de 4-3-3 en el que jugaría junto a Yaya y Fernandinho, y de un salario de 10 millones netos por temporada. El Juventus, que también le llamó, no le prometió tanto dinero pero a él, que tiene un sentido aristocrático del fútbol, le atrajo la mística de la Vecchia Signora.
Este mismo sentido de la alcurnia le empuja a aferrarse a Madrid, a la ciudad y, sobre todo, al club blanco. Desde el 1 de enero, Alonso tiene la última palabra.
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