La ‘haka’ no asusta a los mexicanos
El Tri vence en Nueva Zelanda 2-4 en un partido de trámite y cierra una repesca a Brasil 2014 contra un rival que nunca lo fue
Unos guerreros maoríes, lanza en mano, habían recibido días atrás a los jugadores mexicanos a su llegada a Wellington, la capital de Nueva Zelanda. El ritual de la Haka, la danza de la guerra, parecía amenazar a los jugadores del seleccionador, Miguel Piojo Herrera, pero en realidad se trataba de una vistosa bienvenida que demostraba más cariño que otra cosa. Ese carácter dócil de los oceánicos, que nunca fueron rivales para los mexicanos, presidió los 180 minutos de los enfrentamientos entre ambos países por una plaza en el Mundial de Brasil que se disputará el año que viene. El Tri volvió a golear, esta vez por 2-4, con tres goles del delantero Oribe Peralta, que se volvió a reivindicar frente al ausente Javier Chicharito Hernández.
Los kiwis, sabedores de que no perdían nada tras haber encajado un 5-1 hace una semana en el estadio Azteca, salieron con ímpetu durante los primeros minutos. El volante del León, Luis Montes, intentó frenar las ganas locales con una dura entrada que bien le pudo costar la roja. Poco después, al cuarto de hora de partido, Peralta hizo el primero y dejó sentenciado un partido sin mayor historia.
NUEVA ZELANDA, 2-MÉXICO, 4
Nueva Zelanda: Glenn Moss; Tommy Smith, Bill Tuiloma, Michael McGlinchey, Shane Smeltz (m. 54, Rori Fallon); Marco Rojas, Chris James, Storm Roux, Jeremy Brockie; Andrew Durante y Kosta Barbarouses (m. 49, Louis Fenton).
México: Moisés Muñoz; Paul Aguilar, Rafael Márquez, Francisco Rodríguez, Juan Carlos Valenzuela; Miguel Layún, Juan Carlos Medina, Luis Montes (m. 58, Jesús Escoboza), Carlos Peña; Raúl Jiménez (m. 68, Aldo de Nigris) y Oribe Peralta.
Goles: 0-1. M. 14. Oribe Peralta, 0-2. M. 28: Peralta. 0-3. M. 33. Peralta. 1-3. M. 80. Chris James, de penalti. 2-3. M. 82: Rory Fallon. 2-4. M. 87. Carlos Peña.
Árbitro: El alemán Felix Brych, que amonestó a Luis Montes (m. 3), Moises Muñoz (m. 39), a Shane Smeltz (m. 20), Kosta Barbarouses (m. 34).
Lleno en el Westpac de Wellington.
El delantero hizo otros dos en el primer acto y sus compañeros las tuvieron de todos los colores para irse al descanso con un resultado mucho más abultado. Los muchachos de Herrera no se dejaron ir, conscientes de que su entrenador y ellos mismos todavía se tienen que ganar una plaza en el Mundial. La federación mexicana, después de haber utilizado a cinco entrenadores durante la clasificación, decidirá definitivamente el día 2 de diciembre quién estará al mando de la selección el verano que viene. Herrera solo había firmado para estos dos partidos. Los números, aunque puedan resultar un poco engañosos por la poca entidad del rival al que se ha enfrentado, avalan al también entrenador del América, que ha conseguido nueve goles en esta eliminatoria frente a los siete que había marcado México en los 10 partidos anteriores.
En la segunda parte Nueva Zelanda llegó a ponerse 2-3 pero Carlos Peña remató la faena a tres minutos del final. No dejaba de ser un enfrentamiento atípico. Herrera ya se había congratulado en la previa de ser recibido por los All Whites con "buena onda", gracias a la presencia de los guerreros maoríes en el aeropuerto, en vez de con "mentadas de madre", como es costumbre.
El caso es que México ha recuperado parte de la autoestima que había perdido en las eliminatorias de la Concacaf, donde se las vio y se las deseó para batir a rivales de la región con menos tradición futbolística. Para solventar el cruce con Nueva Zelanda, al que llegó gracias a un gol en el descuento de EEUU, se echó mano de Herrera, un entrenador que triunfa en la Liga local, y se ignoró a la hora de hacer la convocatoria a los mexicanos que juegan en Europa. Con producto netamente local confirma México su presencia en el próximo Mundial de Brasil, un campeonato en el que están acostumbrados a competir pero que llegó a ver lejos.
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