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Cita en la guarida de Federer

El suizo remonta a Del Potro y juega hoy por la final con Nadal, que nunca le ha ganado un partido bajo techo

Juan José Mateo
Federer, tras lograr el triunfo ante Del Potro.
Federer, tras lograr el triunfo ante Del Potro. CARL COURT (AFP)

Roger Federer se da un golpe en el pecho. Corazón, gracias por impulsar mi deseo, viene a decir el poeta con ese gesto guerrero. Hasta la épica remontada (4-6, 7-6 y 7-5 sobre Juan Martín del Potro), que le cita hoy (15.00, C+ y Tdp) en semifinales de la Copa de Maestros con Rafael Nadal (Djokovic y Wawrinka juegan la otra a las 21.00), no llega el suizo desde el autocontrol y la excelencia. Si Federer se planta ante su Némesis, si doma un partido en el que tiene break de desventaja en las tres mangas, es por pasión, hambre y colmillo retorcido, por tener el corazón necesario para abrir a patadas la puerta de las semifinales. Es una cita para paladares exquisitos. Es el hexacampeón de la Copa de Maestros contra el número uno. El genio de los 17 grandes contra el de los 13. Federer, invicto ante el español en pista dura y bajo techo (4-0), contra Nadal, que domina 21-10 el cara a cara. Un choque en el que pesarán mucho las piernas: se aproxima una lucha por el dominio de los espacios, por levantar una frontera irrenunciable en la línea de fondo, lo que permite mandar sin agobios insoportables.

“Rafa ha jugado un poco pasivo esta semana, ha dejado jugar a los otros”, advirtió con claridad Federer, que seguramente arrancará el partido echándose para adelante, tirando como si no hubiera mañana, igual que en 2011, cuando solo le permitió tres juegos (¡3!) a Nadal. “Contra mí no creo que sea así. Le vi penar muchísimo para restar un saque de potencia como el de Berdych después de enfrentarse a uno de colocación como el de Ferrer. Mi servicio está un poco en medio de esos dos”, siguió Federer. “Yo voy a coger la iniciativa. Tengo un gran papel que jugar en este partido”, cerró el campeón de 17 grandes, subrayando la importancia de conquistar la línea de fondo.

Rafa ha jugado un poco pasivo esta semana, dejó jugar a los otros” Federer

“Él juega peor que yo desde malas posiciones y mejor que yo con posiciones buenas”, dijo Nadal para resumir esa lucha por los espacios cuando aún no sabía que su rival sería Federer, quien intentará evitar que el español le mueva para que pegue en carrera. “La pista le favorece más a él que a mí. Es una pista en la que es más complicado crear posiciones malas, hacer un ángulo corto, jugar una bola alta, otra corta, hay menos tiempo para poder hacer todas estas cosas, que son las que le molestan”, añadió Nadal. “Ahí es donde yo me siento más cómodo y él más incómodo. Esta pista favorece el golpe plano más directo y él tiene eso un poco mejor que yo. Hay que buscar fórmulas para que esa no sea la dinámica de todo el partido”.

Tras consumir ayer 2h 26m, Federer jugará dos días seguidos. Nadal ha tenido uno de descanso. Federer acumula 6h15m de juego. Nadal, 5h28m. De las tres últimas semanas, Federer ha jugado las tres. Nadal, dos. Federer tiene 32 años. Nadal, 27. Federer es el número siete. Nadal, el número uno. Si el español culmina alguna vez el abordaje de la última guarida del suizo, al que ya ha derribado en cualquier otro tipo de pista, será ahora, en 2013 y en Londres.

“La recuperación tiene que ser mental”, se conjuró Federer, que ha penado de la espalda todo el curso. “Que el cuerpo duela, que esté cansado, tiene que ser secundario. Hay que cegarse frente a eso. Veo la luz al final del túnel: quedan dos partidos [semifinales y final] y la temporada acaba”, recordó. “Puedo jugar con menos presión que en partidos anteriores contra él, no soy el favorito, por su año, por mi año, y esa libertad creo que me va a ayudar”.

Por una vez en su vida, Federer quiere jugar sin las cadenas del favoritismo, porque sabe que solo puede vencer desde el riesgo. Nadal, seguramente, se sienta liberado de la púrpura. Se compite bajo techo. Sobre cemento. Nunca ha ganado así a Federer, y no es el único: en toda la historia, solo cuatro tenistas (McEnroe, Lendl, Connors y Borg) tienen mejor porcentaje de victorias que el suizo bajo techo (80%). Federer defiende su guarida.

España, diana prioritaria de los controles

Troicki, serbio suspendido 12 meses por no entregar una muestra de sangre en un control, según su versión con el beneplácito médico, ha removido las aguas de la lucha contra el dopaje en el tenis.

“No publicamos la lista de torneos en la que cada jugador ha sido examinado”, dijo un portavoz de la Internacional como respuesta a una estadística: en 2012, último año con datos oficiales, tres españoles (Ferrer, Granollers y Anabel Medina) estuvieron entre los 10 tenistas más requeridos por los inspectores, sin fallar nunca uno de los 12 tests que les hicieron como mínimo. Además, Nadal fue el que más controles pasó por sorpresa (más de siete).

La cifra no tiene que ver con que España sea uno de los países con más tenistas en el top-100 —19 al cierre del curso pasado entre hombres y mujeres—. Los franceses (15), no tuvieron representantes en ese top-10.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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