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“El Barça pedía a gritos su regate”

Jugadores y técnicos realzan el desequilibrio de Neymar en el juego azulgrana de pase

Jordi Quixano
Los jugadores del Barça abrazan a Neymar tras un gol.
Los jugadores del Barça abrazan a Neymar tras un gol.Vicens Giménez

Cuenta el anecdotario que el seleccionador de Checoslovaquia Rudolf Vytlacil instruyó a un defensor durante media hora sobre cómo le iba a regatear Garrincha. “Amagará, parará, luego irá por dentro, después por allá…”, persistía el técnico antes de la final del Mundial de 1962 frente a Brasil. Acabada la media parte, se acercó a su jugador con enojo. “¿No te he dicho cómo lo iba a hacer?”, le soltó. “Sí míster, me lo explicó perfecto. Pero se le olvidó decirme cuándo lo haría”, respondió el zaguero. “¡Lo mismo ocurre con Neymar!”, exclama el entrenador Juanma Lillo; “sabes que la va a hacer, pero no cuándo”. Así definen jugadores y técnicos al brasileño.

→ La liberación de Messi. Acumulaba defensas el 10 porque es el punto final del equipo, porque no basta con uno para anudarle. “Antes lo aglutinaba todo Messi, pero Neymar le quita vigilancias rivales y responsabilidades en ataque”, señala el exjugador Alkorta. “Neymar divide porque obliga al lateral a estar más abierto de lo normal”, interviene Sergio Sánchez, defensa del Málaga; “y eso les permite tener más juego interior. Y como hay que doblar las vigilancias, Messi puede marcar aún más diferencias”. Algo similar interpreta Lillo: “Han añadido otro jugador que puede vivir al margen de la productividad común para vacunarte”. Se suma el técnico Miguel Ángel Lotina: “El Barça del año pasado era previsible dentro de lo imprevisible que es Messi. Pero la llegada de Neymar y los cambios tácticos de Martino forman un equipo más creativo”. Así opina el también entrenador Víctor Muñoz: “Esa es la diferencia del Barça y el Madrid, el talento, la calidad y la creatividad”.

→ Piezas intercambiables. Ausente Messi ante el Valladolid, Neymar actuó de delantero centro y se mostró de lo más participativo, siempre con la portería rival en el entrecejo hasta materializar su gol. “Hizo muy bien de Messi”, le concede Alkorta. “Tiene facilidad para jugar por dentro, sabe asociarse, tira paredes, además de poseer disparo rápido y seco”, enumera el técnico Víctor Fernández. “Se siente cómodo por dentro y es un jugador muy completo como lo pueden ser Ronaldo y Bale”, agrega Julen Lopetegui, seleccionador de España sub-21. “Pero Neymar se relaciona igual de bien con los espacios por dentro que por fuera”, acota Lillo; “y tiene la virtud de que está igual de activo en el minuto 19 como en el 90, algo difícil de ver”.

→ El desborde que faltaba. Pocos futbolistas tiran tantos regates como Neymar —66, solo por detrás de Brahimi (77) y por delante de La Pulga (59)— con tanta eficacia (32, por los 38 de Brahimi). “Los rivales del Barça se meten más atrás que nunca y necesita romper con regates. Ahí sale Neymar”, cuenta Lotina. “Para superar defensas tan pobladas y de repliegues intensos, a veces no basta con el pase. Por eso el Barça reclamaba a gritos el regate de Neymar”, afirma Víctor Fernández. Alkorta subraya otra diferencia: “Es el único que conduce”. Lo aprueba Sergio Sánchez: “Es muy habilidoso en la carrera con balón y fantástico en el uno para uno”. E interviene Lopetegui: “Es frescura, velocidad, uno contra uno y se le intuye gol”.

“Si Neymar encara y no hay ayudas, Arbeloa puede pasarlo mal”, coinciden los técnicos

→ La receta del freno. “Al ser más lento que Neymar, Arbeloa tiene que tratar de que no reciba el balón. Agresividad, máxima atención y ayudas”, sugiere Víctor Muñoz sobre el puesto del lateral derecho, en el que puede jugar también Carvajal. “Si Neymar encara y no hay ayudas, el lateral lo pasará mal”, entiende Alkorta. “Arbeloa sabe meter el cuerpo y colocarse, pero coincido en que si le coge con velocidad y tiene espacios, Neymar puede romperle”, aumenta Lotina. “Por eso debe intentar alejarle del área para darle salida por fuera porque su golpeo con la zurda no es tan preciso”, añade Fernández.

→ Futbolista y nada más. Acusado por el técnico del Celtic, Neil Lennon, y por el del Valladolid, JIM, Neymar arrastra el apelativo de teatrero. La Liga expresa, sin embargo, que es quien más faltas recibe junto a Diego Costa (34). “Son jugadores desequilibrantes que pueden decantar un partido, es lógico que se les marque más férreo”, comenta Sergio Sánchez. “La conducción, el desborde y enfrentar a rivales conlleva riesgos. No creo que sea teatrero”, relata Lillo. “Su juego es una invitación al contacto físico porque limpia futbolistas con su regate. Pero no es tramposo. ¡Al revés!”, defiende Víctor Fernández. “No simula, lo que pasa es que cuando corre parece que vuela porque tiene apoyos débiles y tiene menos piernas que Messi para aguantar el choque”, incide Muñoz. “Pero nada de piscinero”, concluye Alkorta; “le dan y aguanta bastante”.

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