Nueva era, nueva especie

Jubilado su gran ídolo, Phillip Island aguarda la proclamación de un nuevo héroe. New era (nueva era), se lee en el cartel promocional del Gran Premio de Australia. Nueva era sin Casey Stoner, que ganó en el trazado australiano los últimos seis años de manera consecutiva, con Ducati y con Honda. Así que aunque el ídolo local no estará el fin de semana más que de visita, sigue siendo también la referencia para los que fueran sus rivales, que nunca pudieron atraparlo en esta pista. Lo intentó Lorenzo en el 2011 y se dejó literalmente la piel en el asfalto la mañana del domingo. “Intenté ganarle con la moto que tenía y era más imposible de lo que yo pensaba”, recuerda ahora el mallorquín, que terminó perdiendo en aquella sesión matutina las escasas opciones de título que le quedaban. “Valentino estuvo cerca en el 2009 y el año pasado yo aguanté siete vueltas”, dice, aunque en realidad en esas siete vueltas el australiano ya le sacaba casi tres segundos y él terminó a más de nueve tras 27 giros. Claro que, en ausencia de Stoner, el de Yamaha, el más rápido del viernes, es hoy el favorito.

“Stoner era un animal, pero Jorge va muy rápido aquí”, admitía Márquez al llegar al circuito

“Jorge está muy fuerte, el que más”, concede Pedrosa. “Stoner era un animal, pero Jorge va muy rápido aquí”, admitía Márquez al llegar al circuito del que puede salir como campeón de MotoGP, donde ya celebró el título de Moto2 el año pasado tras subirse al podio, el mismo trazado en el que firmó una remontada épica dos años atrás, tras ser castigado con salir el último. Se le dan bien a Márquez las curvas rápidas de Phillip Island, aunque en el segundo entrenamiento del día una caída tonta le impidió mejorar con la segunda moto. Esta estaba preparada con unas geometrías tan diferentes a la otra que no tenía confianza con la máquina, lo que frenó su progresión por la tarde. Aún así, los excelentes tiempos de Márquez por la mañana —se quedó a 88 milésimas de Lorenzo— le valieron para seguir segundo clasificado en la combinada de tiempos a falta de dos sesiones de entrenamientos libres antes de pelear por la pole.

Es Phillip Island uno de los circuitos más rápidos del mundial, el que presenta las curvas más escalofriantes, una de ellas: Lukey Heights, ciega por completo, la preferida de Márquez y en la que se cayó; apenas cuenta el trazado australiano, bello como pocos, desde donde se avista el mar embravecido por estas fechas, con dos fuertes frenadas, las que preceden a dos horquillas: en la curva cuatro y en la diez. Su dibujo favorece el paso por curva y sienta como un traje a las Yamaha, tan justas en frenada este curso en comparación con las Honda. Pero la teoría la desmontó Stoner durante años, que venció con cualquier moto y ese estilo tan agresivo a la entrada de las curvas que le hacía único.

Márquez, que tantas similitudes presenta con el australiano en la pista, tan aficionado a hacer derrapar la rueda trasera, tratará de imitar a su colega este fin de semana para cazar a Lorenzo, para que Pedrosa no de la sorpresa. Todos agradecen el renovado asfalto, sin baches ya, que no destruye con tanta facilidad los neumáticos. Y confiarán en que se frene el viento, que les empuja en la recta y dificulta el pilotaje al tener que forzar más de la cuenta para poner la rueda delantera en el suelo. Márquez, que se plantea el fin de semana como cualquier otro y solo pensará en el título el domingo en carrera, donde ya no quiere permitirse errores como el de este viernes -abrió el gas un poco más de la cuenta y se fue al suelo: “Ahora ya sé que no puedo dar más gas en esa curva. Ya veis que yo sigo arriesgando lo mismo”, dijo-, ha estudiado la telemetría de Stoner. Aunque tampoco le ha resultado fácil encontrar dónde está el secreto de su éxito: “Lo que se ve en la información que tenemos es lo rápido que iba. Ya me gustaría saber dónde marcaba él la diferencia, tenía mucha confianza aquí”. “Es curioso porque lo ves, pero el tema es hacerlo luego en la pista. Casey lo hacía todo igual, pero un poco más rápido y muchas veces. En el primer sector y en la subida era muy bueno. Además, ni perdiendo neumático bajaba el ritmo por vuelta”, confesaba también Pedrosa.

El protagonista en cuestión opina que Márquez tiene un estilo muy similar al suyo. Ya lo decía cuando corría en Moto2. “Es cuestión de tiempo que sea mejor que yo”, confesaba al periodista Matthew Roberts, que le ha ayudado en la redacción de su autobiografía, recién editada. Stoner defiende la teoría de que su generación, la formada por él, Lorenzo y Pedrosa, se fijaba en Rossi y terminó haciendo lo que aquel e incluso mejorándolo; entre otras cosas porque también aprendían entre ellos. Lo mismo espera que ocurra con Márquez: que evolucione más allá de lo que ellos fueron capaces.