Los niños pagarán en el Camp Nou

A partir del próximo clásico, que se celebrará el día 26 a las 18.00 horas, los menores de siete años no podrán acceder de forma gratuita al Camp Nou, como venían haciendo de forma habitual, de la mano de sus familiares. Así lo aprobó el lunes la directiva del Barcelona, según anunció ayer el portavoz Toni Freixa. El consejo alega razones de seguridad y se remite a la ley del año 2007, de aplicación para 2010, por la que ninguna persona puede acudir a un espectáculo sin entrada ni asiento asignado.

“Nuestro club es familiar y resulta habitual asistir al campo con las familias”, dijo Freixa. “En un partido con un horario específico no podemos poner en peligro la integridad física de las personas e incurrir en un exceso de aforo”. La decisión ha sido consensuada con los servicios de seguridad. “Queremos anticiparnos a los hechos, no tomar decisiones después de que se produzca una desgracia”, agregó Freixa.

La junta toma como referencia el Barça-Getafe de la pasada temporada, celebrado a las 12 del mediodía y al que, según la junta, acudieron “10.000 niños sin entrada, acompañados de un adulto”. El encuentro ante el Madrid se celebrará a las 18.00 horas. “No podemos arriesgarnos a un sobreaforo cuando hay un riesgo como sucederá con el clásico”, especificó el portavoz, “y por tanto se aplicará la medida en el próximo partido. Vamos a estudiar fórmulas que sean compatibles con la ley para cada uno de los encuentros posteriores. Hay una comisión que estudia el caso a fin de que los niños puedan entrar en el campo siempre que sea con una entrada o un abono. Hay que cumplir la legalidad”.

Freixa aseguró que el consejo es “plenamente consciente de que la medida es impopular, pero no podemos cerrar los ojos a lo que puede pasar. Nuestra responsabilidad es garantizar la integridad física de la gente”. Algunos clubes ya aplican la medida —es el caso del Madrid—, y otros son más permisivos, como el Espanyol, que permite la entrada gratuita a los menores de cinco años.

Algunos colectivos azulgrana expresaron su descontento porque la decisión no se anunció en la pasada asamblea y porque va en contra del programa electoral de Sandro Rosell, que anunciaba la disputa de partidos en buenos horarios para poder acudir con la familia. La junta ya se llevó un chasco cuando quiso montar sin éxito la Grada Jove, contaminada por la presencia de radicales, y también el día en que quiso prohibir la entrada del casco de los que van en moto.