En el punto de mira de Parker
Francia y su base tienen una espina clavada por sus repetidos tropiezos ante España
El destino es tozudo con Tony Parker y la selección francesa, cíclicamente derrotados por la España de los Gasol y su generación de oro. Se repite el rival de la estrella francesa de la NBA desde Ankara en 2001, cuando todavía estaba en capilla para incorporarse a los Spurs, hasta hoy (21.00, Cuatro) en la semifinal de Liubliana. Londres, Kaunas y Katowice son ciudades de mal recuerdo para el base que, a sus 31 años, estuvo a punto de ganar en julio un cuarto anillo de la NBA y que, ya antes del polémico partido de los cuartos de hace un año en los Juegos, confesó: “Soy un gran soñador. Sueño con ganar algo con Francia. Las cosas más bellas son las que más cuestan. En la NBA todo ha sido muy rápido para mí. Con Francia no ha sido igual”.
Resultó especialmente doloroso el batacazo en aquel partido disputado en Londres, 66-58. La cita llegó muy caliente. Francia acusó a España de haberse dejado ganar por Brasil para evitar en el cruce a EE UU. El encuentro acabó como el rosario de la aurora y un tremendo puñetazo de Batum, que se disculpó luego, a Navarro.
La generación de Parker, Diaw y Pietrus, que ganó el Europeo júnior de Zagreb en 2000, estaba predestinada a lograr más de un oro en citas mayores. Pero siempre topó con alguien, sobre todo con la España de Pau Gasol y Navarro en los cuartos del Europeo de 2009 (86-66), en la final de 2011 en Lituania (98-85) y, hace un año en Londres. En Liubliana, Francia repite el intento, consciente de que España es hoy más vulnerable.
“Es el mejor equipo de Europa. Si no existiera, habríamos ganado más medallas. Pau Gasol bromea conmigo a veces sobre eso. Es nuestra referencia, estamos cada vez más cerca. Para nosotros supone una gran motivación jugar contra ellos”, dice Parker.
Los grandes equipos ganan los partidos importantes. Es lo que hacemos en los Spurs
El equipo francés también sufre muchas bajas, especialmente las de Noah, Seraphin y Turiaf, pero mantiene una columna vertebral con Parker, Batum y Diaw, rodeados por jugadores de un alto nivel: Gelabale, Ajinça, Pietrus, De Colo, Petro y Diot. Como España, Francia acumula tres derrotas en el Europeo, ante Alemania, Lituania y Serbia, pero en los cuartos causó una magnífica impresión ante Eslovenia (62-72).
Parker es consciente de estar ante una ocasión de oro para acabar con su maldición española. “Los grandes equipos deben ganar los partidos importantes. Es lo que hacemos los Spurs. Los españoles, cuartos de su grupo, también ganaron su cruce. Es la cultura de la victoria. España es la referencia, una generación dorada. Siempre nos jugamos las medallas con ellos”, asume el base, a quien le saben a poco dos metales europeos, una plata y un bronce, este en 2005, tras arrollar a España. Ni entonces ni en el Mundial de 2001, la última vez que el equipo francés venció a España, estaba Pau Gasol.
Parker promedia 18,3 puntos, 1,7 rebotes y 3,6 asistencias. Orenga considera que Marc Gasol (13 puntos, 7,7 rebotes y 2,2 asistencias) es más determinante en el juego español que Parker en el francés. El rasero de la ansiedad francesa por ganarle a España puede ser un arma de doble filo. “A medida que avance el partido, esas sensaciones pueden jugar a favor o en contra”, mantiene Orenga. “España tiene un nivel de maestría absolutamente excepcional. Es ahora la gran favorita, tal vez el mejor equipo, pero no es imbatible y tenemos más ganas que nunca de ganar este Europeo”, se conjura el seleccionador francés, Vincent Collet.
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