Y esperando a Fernando Alonso
El pelotón español aguarda la llegada al ciclismo del piloto y de un proyecto por definir
Fernando Alonso no apareció finalmente por la Vuelta, como se esperaba, después de la compra del equipo Euskaltel Euskadi. El pelotón se quedó sin ver a quien espera que impulse el ciclismo, al menos en España, con su inversión, un proyecto que de momento todavía está por perfilarse.
En agosto, Alonso hizo muchos más kilómetros (1.280) sobre la bicicleta que con Ferrari. Cuando le preguntan por sus ídolos, además de Ayrton Senna, el asturiano cita a Miguel Indurain. Y entre sus amistades deportivas están Alberto Contador y Samuel Sánchez. Ahora quiere convertir el actual Euskaltel en “una referencia mundial”.
“Desde pequeño me ha gustado mucho el ciclismo”, explicó Alonso, que en verano aprovecha para organizar en Asturias lo que él llama “la vuelta a Oviedo”, dividida en etapas y con clasificaciones, con sus conocidos. Ahora le toca asumir decisiones en el ámbito profesional. Los fichajes, al igual que el nombre del futuro equipo, los patrocinadores e incluso la sede están aún en el aire.
La entrada de Alonso en el proyecto depende del resultado de la auditoría sobre la situación económica del equipo vasco. El piloto no desembolsará nada por la licencia, que pertenece a Basque Cycling Pro Team, la sociedad propietaria del equipo ciclista Euskaltel Euskadi. Tras la retirada de las ayudas públicas que concedían el Gobierno de Euskadi y las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa al equipo ciclista vasco, la operadora Euskaltel ha tenido que afrontar este año en solitario un presupuesto de nueve millones. La factura es demasiado elevada para un solo patrocinador y Euskaltel anunció la extinción del equipo. Ésta fue la oportunidad que esperaba Alonso.
La futura sede del equipo tampoco está definida. Samu Sánchez, probable futuro jefe de filas, y su amigo Alonso son de Oviedo y esto alentó la hipótesis de que el actual Euskatel se traslade a Asturias. Para el equipo, su permanencia en el País Vasco puede tener ventajas fiscales por la singularidad impositiva de Euskadi. Pero Alonso ha demostrado una especial querencia por su tierra.
Al margen del patrocinador que ponga nombre al equipo, una de las principales fuentes de financiación procede de los proveedores de las bicicletas. Hay tiros entre las firmas especializadas por hacerse con la exclusiva, especialmente de aquellos equipos que aspiran a ganar las grandes vueltas o que tienen a las principales figuras. Y ahí puede tener ventaja un viejo amigo de Alonso, el empresario avilesino Daniel Alonso Villarón, aficionado al automovilismo y al ciclismo, que patrocinó al piloto en los inicios de su carrera deportiva, y que es, entre otras actividades industriales, fabricante de las bicicletas MMR (Machines Made for Racing). En esta fábrica asturiana de bicicletas trabaja como ingeniero el exciclista asturiano Chechu Rubiera.
¿Y el mánager? El puesto parece reservado para Kiko García, un exciclista que actualmente es el responsable de márketing para Europa de la marca de gafas Oakley, uno de los patrocinadores personales de Fernando Alonso. Muchas incógnitas todavía en la llegada de Alonso al ciclismo. El pelotón, como ayer en el Angliru, sigue esperando.
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