Yamaha, lista para el cambio

Dice Jorge Lorenzo que cuando lo probó, una mañana de agosto en el circuito de Brno, se le escapó una amplia sonrisa. El campeón del mundo ya tiene el cambio que esperaba: un nuevo cambio de marchas muy similar al que estrenó Honda a mediados del 2011 y que revolucionó su RC212V. El ya famoso seamless es una caja de cambios que dispone de un sistema que permite pre-engranar la siguiente marcha mientras se desengrana la anterior, lo que evita la caída de revoluciones entre marchas y facilita que se pueda aprovechar mejor la potencia del motor. Es su salvavidas. Y a él se agarra para llegar a tierra. Y si puede ser en primer lugar, mucho mejor. El mallorquín llega a San Marino como tercer clasificado y a 39 puntos del líder, Márquez, aunque optimista después de su victoria en el último gran premio, en Silverstone, y por el salto de calidad que debe dar su M1 con esta novedosa pieza que lleva reclamando desde que comenzó la temporada.

Yamaha empezó a diseñar su seamless el pasado noviembre. Diez meses después –Honda necesitó dos años– lo ha incorporado a los motores de las M1 de Lorenzo y Rossi, que ya tuvieron la oportunidad de rodar con él hace un mes durante una sesión privada de tests en la República Checa. Al notar la diferencia, Lorenzo sonreía. “No porque mejorara la potencia, sino porque parece que lleves una moto automática, parece que vayas en una scooter. Se nota mucho cuando subes marchas con la moto inclinada, en plena curva, porque la moto no se mueve nada y eso ayuda a salvar más el neumático”, explica el español. “Cuando lo probamos en Brno comprobamos que afecta al pilotaje, no supone un rendimiento mejor facilmente perceptible en el tiempo por vuelta. No nos va a dar medio segundo por vuelta, pero sí nos ayudará a llegar mejor a los finales de carrera y a ser constantes sin cometer errores. Con este cambio puedes olvidarte de la moto y concentrarte en hacer una trazada perfecta”, añade Rossi.

Jorge Lorenzo llega a San Marino como tercer clasificado y a 39 puntos del líder, Marc Márquez

“Noto cierto optimismo en el equipo”, declaraba Lin Jarvis, director del departamento de carreras de Yamaha, que explicó que la demora a la hora de poner en pista la nueva pieza se debe a un tema de seguridad. “El cambio es totalmente nuevo para nosotros. Y después del test en Brno quedaban algunas cosas por mejorar. No se puede uno arriesgar con una pieza así en una carrera a las velocidades a las que se rueda”, declaró. Yamaha quería comprobar que era seguro al 100% y tuvo a los técnicos japoneses trabajando sin descanso en la fábrica de Iwata durante el último mes para tener la certeza de que el cambio no se rompería. Lorenzo, que reconoció haber presionado mucho a la marca para disponer de él cuanto antes, explicó que si no lo ha tenido antes es por un problema de fiabilidad, pues alguna pieza se ha roto en los tests de Japón.

Ahora, por fin, después de una larga espera y muchas pruebas, tendrá su propio “seamless” –algo diferente al de Honda pues sí necesitará del embrague para quitar marchas– y una moto más estable y cómoda que debe ayudarle a reducir distancias con Márquez y Pedrosa. Al líder de MotoGP las mejoras en la moto de su rival no son algo que le quite el sueño, declaró literalmente. “Aunque será más difícil todavía seguir a Jorge”, dijo. El mallorquín es, según Márquez, el favorito, pues ha ganado en San Marino los últimos dos años y su peor resultado es un segundo puesto. El de Honda, por su parte, no se queda atrás: lleva tres años venciendo en Misano, los últimos dos en Moto2 y hace tres con una 125cc. El espectáculo continua.