Otra zurda para completar el triángulo

“A Haris Seferovic lo seguíamos hace tiempo, aunque puedo entender que a la gente le sorprenda su explosión”, dijo Jagoba Arrasate, entrenador de la Real tras la victoria de su equipo en Lyon. “Lo teníamos controlado desde febrero”, aseguró Jokin Aperribay, presidente de la Real durante su presentación en julio. Conclusión: todos lo conocían antes de su llegada a San Sebastián. Hoy ya no hay un solo rincón de la ciudad en la que no suene el nombre de Haritz, un ídolo más. Él responde al programa que desde hace unos años desarrolla la federación helvética. Con Seferovic al frente, Suiza fue campeona mundial sub-17 en 2009. El ariete de la Real fue el máximo goleador.

Con 21 años, Haris recaló este verano en la Real Sociedad procedente del Fiorentina por dos millones de euros, más medio millón extra en variables. Una operación que se antoja exitosa si se atiende a su rendimiento hasta el momento. En su primer partido con Arrasate, el internacional suizo, de origen bosnio, marcó cuatro goles ante el Real Unión y terminó la pretemporada como máximo artillero, con seis. En dos partidos oficiales ya ha mojado por partida doble. En el primero en Liga ante el Getafe, con un remate picado con la pierna izquierda, y el segundo ante el Lyon gracias a una volea envenenada desde fuera del área. Dos maneras de utilizar la pierna izquierda, esa variable sobre la que se apoya ahora el ataque de la Real y que completa el prometedor triángulo ofensivo que propone Arrasate.

No me marco metas en cuanto a goles”, dijo el delantero durante su presentación

Formado en el Grasshopper, el Fiorentina pagó por él 1.350.000 euros en 2010, aunque no le dieron mucha confianza. Sin apenas participación en el primer equipo, con el que solo disputó tres encuentros, buscó minutos en el Neuchatel donde jugó 14 encuentros y anotó dos goles. Al curso siguiente salió al Lecce aunque no fue hasta la temporada pasada cuando en el Novara, de la Segunda italiana, sumó diez goles en 18 partidos, lo que llamó la atención de los ojeadores de la Real Sociedad.

A pesar del interés desde Zubieta, Seferovic consultó la viabilidad del proyecto con Meho Kodro, un viejo conocido de la afición txuriurdin. Del exdelantero bosnio solo obtuvo buenas palabras que le vinieron a confirmar lo que había observado por la televisión. El encuentro que enfrentó a la Real ante el Barcelona en Anoeta la pasada temporada y que terminó 3-2 en favor de los de Montanier fue lo que acabó de convencerle.

El relevo de Arrasate y la cesión de Granero han sido las dos únicas incorporaciones de la Real para una temporada en la que el objetivo consiste en mantener el nivel de la pasada y conseguir la plaza definitiva para la Champions. Un proyecto en el que Seferovic cuenta ya con plaza fija. La apuesta donostiarra por el jugador evoca a una efeméride rebuscada. El segundo suizo en la historia de la Real sucede a Eduardo Silder, que marcó el primer gol en Atocha en 1913 frente al Athletic (3-3). “No me marco metas en cuanto a goles”, dijo en alemán durante su presentación. Una lástima, pues ya habría superado la primera con nota.