Marcelino rectifica a tiempo

Tras una hora perdido en el estadio Juegos Mediterráneos, el Villarreal despertó de su letargo tras rectificar Marcelino su idea inicial. Tres cambios en los primeros minutos del segundo acto surtieron el efecto esperado por el técnico asturiano. Manu Trigueros, Aquino y Jonathan Pereira reactivaron a un Villarreal hasta el momento plano. La clarividencia Trigueros, la velocidad de Aquino y la picardía de Jonathan Pereira desactivaron a un buen Almería al que no le fueron suficientes sus mejores prestaciones durante gran parte del partido. La profundidad del banquillo del Villarreal desarmó al conjunto andaluz.

A principios de junio, Almería y Villarreal cerraron el campeonato regular de Segunda División en El Madrigal, en un encuentro que valía un ascenso. Lo consiguió el club castellonense y el Almería tuvo que ganar una promoción a cuatro partidos para lograr también su puesto en la élite. Y ambos, de regreso a Primera, se estrenaron en la Liga enfrentándose de nuevo, esta vez en el estadio Juegos Mediterráneos. Comenzó con ánimo y fuerza el Villarreal con un dominio tan claro como efímero. Cinco minutos le duró al conjunto de Marcelino la propulsión, atemperada rápidamente por el Almería al que de inicio le costó tomar contacto con el esférico. Cuando lo hizo, decantó paulatinamente el duelo.

La intensidad del Almería apagó al Villarreal que incurrió en los defectos que desesperan a Marcelino que prefiere el vértigo a la pausa. Toques, lo justos. Se encogió el conjunto amarillo y no encontró respuesta ante la vitalidad almeriense que en ataque se encomendó a Suso. Cedido por el Liverpool, el internacional sub-20 actuó con descaro y templanza en su debut en Primera. Nada nuevo para el gaditano tras haberlo hecho en la Premier y en Anfield, uno de los estadios con más misticismo del mundo. Escorado en la banda derecha, Suso comenzó a mostrar su repertorio de habilidades. En una de estas, encaró a Jaume Costa y metió un pase profundo a Rafita que cedió a Rodri, para que el ex del Zaragoza embocara a gol en su estreno en el Almería. Una triangulación perfecta con final feliz.

Atrancado el Villarreal, sin control ni profundidad, al Almería no le quedaba otra que seguir con el plan establecido. Sin balón, el conjunto de Marcelino es poca cosa. Desaparecido Cani, intermitentes Hernán Pérez y Giovani, los problemas se acumulaban al Villarreal con Bruno y Pina solapando funciones. Al cuarto de hora de la segunda mitad, Marcelino ya había realizado los tres cambios. Entraron Manu Trigueros, Aquino y Jonathan Pereira y el Villarreal se reactivó y halló premio de inmediato en un pase de Manu Trigueros a Jonathan Pereira cuyo centro terminó en gol tras desviar en propia puerta Dubarbier.

El empate desnortó al Almería que contempló con sorpresa la metamorfosis del Villarreal que tras una hora de juego plano pasó a ser imprevisible. Como lo es Suso, que encontró de nuevo a Rodri para rematara a gol tras controlar el esférico con la mano. Y respondió el Villarreal que en tres minutos logró remontar con goles de Giovani y Jonathan Pereira. En ambos inició la jugada Manu Trigueros el jugador que activo al Villarreal.