Respeto para el Deportivo
El equipo gallego destierra dudas con una victoria (0-1) merecida en el feudo de un grande de la categoría
Entre todo el ruido veraniego que acompaña al Deportivo resulta que Fernando Vázquez estaba tejiendo un equipo. Lo mostró en Las Palmas, que no es un feudo cualquiera en Segunda División sino el de un histórico que necesita escalar el peldaño a la élite tras haberse quedado la pasada primavera en el penúltimo, pero inferior, al menos ayer, al Deportivo, que ganó algo más que tres puntos porque minimiza dudas y refuerza convicciones.
Mientras gana tiempo para asentarse y acaba de recibir a futbolistas que serán importantes, el Deportivo mostró que el respeto va más allá del nombre y el escudo. Mostró cuajo para juntarse sin el balón y astucia y ambición para golpear cuando lo tenía. Mostró que hay mucho trabajo detrás, el que se puede deducir cuando un equipo controla a otro e impide que, durante largos minutos, apenas le remate a gol. Porque Las Palmas sólo se orientó cuando tuvo paciencia con la pelota, seguramente cuando el Deportivo le dejó tenerla. Ahí encontró a Valerón para madurar la jugada. Parece sencillo viéndolo sobre el campo: un veterano que con dos zancadas y un toque fácil abre cualquier defensa. Pero esa clave, en definitiva la del fútbol, está al alcance de unos pocos elegidos. Valerón lo es y se mostró como tal en casi todas las acciones que más dañaron al Deportivo, por ejemplo en la única, antes del arreón final, en la que su equipo encontró con claridad la línea de fondo y un remate cercano a Lux que marró Máyor.
LAS PALMAS, 0; DEPORTIVO, 1
Las Palmas: Barbosa; Aythami (Galán, m. 75) Deivid, David García, Atouba (Castillo, m. 30); Nauzet Alemán, Vicente Gómez, Momo; Valerón; Tato y Máyor (Delev, m. 58). No utilizados: Raúl, Hernán, Tana y Asdrúbal.
Deportivo: Lux; Laure, Kaká, Insua, M. Pablo; Alex Bergantiños, Juan Domínguez; Bruno Gama (Bicho, m. 87), Culio, Arizmendi (Juan Carlos, m. 80); y Luis Fernández (Rudy, m. 75). No utilizados: David Gómez, Ayoze, Wilk y Uxío.
Árbitro: Figueroa Vázquez. Expulsó a Culio por doble amarilla (m. 62) y a Castillo (m. 84). Amonestó a Tato, Castillo, Momo, Delev, David García.
Goles: 0-1. m. 48, Insua
Estadio Gran Canaria. 10.132 espectadores.
Con todo, las apariciones de Valerón fueron demasiado episódicas para los intereses de su equipo. Alex Bergantiños lo controló con su acostumbrada solvencia defensiva y acabó por enviarlo a posiciones demasiado atrasadas. Mientras Las Palmas resolvía sus problemas, el Deportivo, que había comenzado cauteloso, creció con la pelota, encontró a su trío de mediapuntas y de paso al meta rival Barbosa, que frustró un intento de Bruno Gama y dos de Arizmendi. Los últimos minutos antes del descanso evidenciaron la superioridad del Deportivo, los primeros de la reaundación la plasmaron en el marcador gracias a un saque de esquina que Culio colocó en la cabeza de Insua. No había sido córner, pero el árbitro regaló errores en ambas direcciones porque un cuarto de hora después envió al argentino a la caseta por una segunda amonestación en una falta que no existió.
La superioridad numérica avivó a Las Palmas. Encontró un muro sin concesiones, quizás por momentos un poco más atrás de lo que quería su entrenador, pero sin dejar resquicios al rival. Sobrevivió sin excesivos agobios el Deportivo, apagado Valerón, desconectados los puntas locales o el siempre incisivo Nauzet. Hasta encontró salida el equipo de Vázquez para aliviarse atrás. Nunca dejó de llegar al área de Barbosa. Firmó una victoria trabajada, merecida y sufrida por un postrero remate de Tato que se marchó junto al larguero, en definitiva un grito de respeto: después de tanto despropósito aún queda fútbol.
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