La clave está en la preparación previa
Cuando en 2009 decidí ser madre no tenía muy claro si volvería a competir. Sí tuve claro que quería dar el paso y que empezaba a ser el momento para hacerlo. Llevaba unos cuantos años en los que las lesiónes no me dejaban disfrutar ni rendir al máximo nivel, pero tras operarme parecía que empezaba a levantar la cabeza. Aun así, no quería esperar más porque sentía que nunca sería un buen momento y quedarme embarazada era una decisión que tenía que tomar yo.
Después de dar a luz el cambio más duro fue planificar y compaginar la vida deportiva con la familiar y la laboral. Realmente lo sacrificado no es entrenarse, sino levantarte tras noches sin dormir para comenzar cada día con las sesiones. El descanso en un deportista es fundamental, algo de lo que a veces debemos privarnos las madres para estar con los hijos.
Recuerdo que me costó mucho desplazarme a las competiciones sin mi hija, al igual que quedarme muchas tardes sin pasar casi un rato jugando con ella los dos primeros años. Muchas veces me sentía mal porque tenía una segunda sesión de entrenamiento y no me quedaba tiempo para disfrutar de ella. Sin embargo, era la única manera de poder entrenarme y coger ritmo de competición.
Mi gran error fue no asesorarme sobre cómo llevar el embarazo desde el punto de vista médico-deportivo
Un gran error fue no asesorarme sobre cómo llevar ese año de embarazo, desde el punto de vista médico-deportivo. Estuve inactiva casi 11 meses y todo ese tiempo parada hizo que la vuelta a los entrenamientos y a la competición fuese muy dura. A pesar de todo, el estricto entrenamiento y la constancia a los que siempre he estado acostumbrada me permitieron clasificarme para el siguiente Mundial, aunque fue al segundo año posparto cuando alcancé de nuevo mi mejor estado de forma y me subí al podio de nuevo.
Hace tan solo unas semanas que he tenido mi segundo hijo, cuatro años después de haber dado a luz a mi hija y gracias a un trabajo previo en los seis primeros meses de embarazo mi recuperación tras el parto ha sido mucho más rápida. Esa es la clave para seguir. Ninguna atleta debería abandonar su carrera por ser madre. Si yo he conseguido volver, cualquiera puede hacerlo.
Naiara Gómez fue medalla de bronce en la modalidad K-2 de piragüismo en el Mundial de Singapur 2011 y en el Campeonato del Mundo de Noruega en 2004.
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