Barcos de diseño único
Por primera vez, las embarcaciones de la Volvo se construyen en los mismos astilleros y serán prácticamente idénticas, para impulsar la igualdad
Una nueva flota de barcos inundará los mares y océanos del planeta en la próxima edición de la Volvo Ocean Race, que comienza en octubre de 2014. Son los llamados Volvo Ocean 65, un monocasco de 65 pies de eslora (20 metros) que, como gran novedad para las dos próximas ediciones de la regata, verán la luz bajo un diseño único. Todos las embarcaciones que emplearán los equipos serán iguales, se fabricarán en los mismos astilleros, y serán los conjuntos los que, una vez compuestos y listos los barcos, pujarán por unos u otros, a razón de unos 4,5 millones de euros cada uno.
Cada barco besará el agua después de 36.000 horas de construcción, siete meses desde el momento en que se pone la primera lámina de estas embarcaciones de máxima tecnología. Entre 60 y 70 personas participan en el proceso, en un equipo dividido entre cuatro astilleros diferentes: el casco se fabrica en Persico, Italia; la cubierta en Multiplast, Francia; la estructura en Decision, Suiza; y el asemblaje en Green Marine, Reino Unido. De ahí surgirá un barco de más de 11 toneladas, realizado por la firma estadounidense Farr Yacht Design. El diseño único, gran novedad de esta Volvo y la siguiente, permite a los equipos olvidarse de la construcción de los barcos, reducir por lo tanto costes, y, sobre todo, igualar mucho más la competición entre todos, ya que todos los conjuntos dispondrán de una embarcación prácticamente igual al resto.
"Hay un sistema de medición muy estricto que todos los barcos tienen que pasar para asegurar que son de diseño único: el margen de tolerancia es de menos de un milímetro en la mayoría de los casos. Todos los componentes y elementos, no sólo el casco y el mástil, están hechos con el mismo molde, incluidas las velas", explica Nick Bice, australiano de 35 años, director de The Boatyard, el Centro de Mantenimiento de Barcos de la Volvo Ocean Race, un proyecto pionero en el sector. "Es un gran reto, el concepto ha existido, pero nunca antes a esta escala, dada la complejidad de los barcos, las dimensiones del proyecto...", cuenta Bice. The Boatyard ofrecerá el servicio de mantenimiento en todos los puertos de escala para asegurar que cada equipo compita en las mismas condiciones, y tenga acceso a las mismas reparaciones y a un servicio compartido de piezas.
"La consistencia será la clave para crear un verdadero barco de diseño único", explica Bice, que desde 2001 ha navegado en dos ediciones de la Volvo y ha trabajado en el equipo de tierra en otras dos; "el Volvo 65 está diseñado para navegar en condiciones extremas y por ello la seguridad es uno de los aspectos más importantes del nuevo barco. El ganador se determinará por los navegantes que aprendan a manejarlo de la mejor manera. Esto incluye no dañar el barco antes de terminar la etapa y también saber cuándo pueden forzarlo al máximo".
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