_
_
_
_

El hueso muerto de Pablo

Dos años después de retirarse en París y someterse a dos operaciones en la rodilla, el uruguayo, campeón de dobles en 2008, vuelve con victoria

J. J. M.
Pablo Cuevas, durante el partido ante Adrian Mannarino
Pablo Cuevas, durante el partido ante Adrian MannarinoKENZO TRIBOUILLARD (AFP)

“En cuanto a mi historia, me gustaría mucho más hablar de eso cuando termine el torneo. Por supuesto que fue muy duro y no dejo de emocionarme al pensar en todo por lo que pasé”, dice el uruguayo Pablo Cuevas, tenista de pelo alborotado, tras doblegar 6-3, 2-6, 6-3, 5-7 y 7-5 al francés Mannarino. Hace dos años, Cuevas se retiró en Roland Garros. Desde entonces ha jugado cinco partidos. Le dolía la rodilla derecha. Hueso infartado, fue el diagnóstico. Hueso muerto, una porción, el dictamen. Cuevas, de 27 años, se operó en Argentina y estuvo seis meses de baja. No funcionó. Voló a Estados Unidos. Volvió a operarse. Resultado: otros tres meses con muletas, tras una intervención a rodilla abierta en la que le quitaron el cartílago.

“No quiero perder el foco de dónde debo estar. Uno empieza a valorar mucho lo que hizo, y se corre el riesgo de conformarse más fácilmente. Hay que ser más duro con uno mismo y no premiarse tanto”, cuenta el número 762 del mundo, 54 con el ránking protegido que puede usar durante 12 torneos, y que ahora se enfrentará al francés Simon. Cuevas, campeón de dobles en París junto al peruano Horna en 2008, ofrece a quienes le conocen ver el vídeo de su operación. Si está compitiendo en París después de pasar por eso es por algo. Este es un tenista de otra pasta, un enamorado del juego, porque sin amor no podría estar de vuelta tras sucesos tan terribles.

Hay que ser más duro con uno mismo y no premiarse tanto" Pablo Cuevas

El tenis es superación. Eso, romper los propios límites, saltar las barreras que se impone uno mismo, es lo que impulsa a Albert Montañés hasta segunda ronda, apurando en la treintena cinco mangas ante el estadounidense Johnson (6-4, 3-6, 6-3, 3-6 y 6-1) tras ganar el título de Niza el sábado. Eso, las ganas de seguir vivo, es lo que propulsa la remontada de otro español, Daniel Gimeno Traver, quien, roto en lágrimas mientras se retiraba en cuartos de final del Masters 1000 de Madrid (5-5 contra Andújar), se toma en París la revancha: remonta 4-6, 4-6, 7-6, 6-4 y 6-4 al argentino Mónaco. Eso, la pasión, el amor por el juego, le pone el broche a la jornada: el checo Berdych, el número seis mundial, se despide a la primera ante un Gael Monfils al que la grada lleva en volandas (7-6, 6-4, 6-7, 6-7 y 7-5) como si no quedara rastro de la lesión de rodilla que le ha tenido casi un año sin jugar.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

J. J. M.
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_