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Pirelli cede ante la furia de Red Bull

El suministrador de gomas de la F-1 anuncia que modificará sus compuestos a partir de Canadá para reducir el número de paradas

O. P.
Neumáticos Pirelli en el circuito de Catalunya.
Neumáticos Pirelli en el circuito de Catalunya. Alberto EstŽvez (EFE)

La sombra de Red Bull en el Mundial de Fórmula 1 es alargadísima, algo relativamente comprensible si tenemos en cuenta la presencia de la marca del búfalo rojo en el certamen y el pastizal que invierte en él. Precisamente por esa morterada de dinero (su presupuesto ronda los 250 millones de euros anuales), la compañía energética está empleando toda su artillería pesada para no perder comba en un campeonato que sorprendentemente lidera aunque ni mucho menos domina. Por el momento, sus medidas de presión han funcionado y Pirelli, el suministrador de neumáticos que abastece a todos los equipos, ha anunciado en la mañana de este martes que modificará sus compuestos a partir del Gran Premio de Canadá, previsto para el nueve de junio. Su objetivo es intentar que las gomas sufran menos desgaste, circunstancia que ha llevado por el camino de la amargura a varias escuderías en el arranque de este 2013, especialmente a Red Bull y a Mercedes.

Todo el mundo puede ver lo que está ocurriendo. Esto ya no son carreras" Christian Horner

Según Paul Hembery, el responsable del departamento de competición de Pirelli, el principal detonante de esta decisión tomó cuerpo en el Gran Premio de España celebrado este pasado fin de semana. En Montmeló, la estrategia más acertada resultó ser la planteada a partir de cuatro paradas, una más de lo deseable según su parecer. “Nunca tuvimos previsto establecer como media cuatro paradas en una carrera, así que vamos a hacer cambios. Cogeremos algo del diseño de las especificaciones actuales, pero también algunos de los elementos de los productos de 2011 y 2012 que nos funcionaron tan bien durante ese período. Queremos volver a establecer como norma las pruebas a dos o tres paradas”, desveló Hembery este lunes en su cuenta de Twitter.

La noche del domingo, Dietrich Mateschitz, propietario del imperio Red Bull, se reunió con Bernie Ecclestone para trasladarle su cabreo respecto del asunto de las gomas, algo que anteriormente ya hicieron Christian Horner, el director de la formación de Milton Keynes (Gran Bretaña), y Helmut Marko, mano derecha de Mateschitz. “Todo el mundo puede ver lo que está ocurriendo. Esto ya no son carreras. En las actuales circunstancias, no podemos ofrecer el máximo rendimiento de nuestro coche ni tampoco de los pilotos que tenemos”, criticaba el mismo domingo el magnate austríaco.

Aunque desde Pirelli aseguren que esta intervención no beneficiará a nadie, parece evidente que tanto Red Bull como Mercedes habrán recibido la noticia como un regalo, justamente al revés que Ferrari y Lotus, que poseen los dos monoplazas que mejor trato dispensan a los compuestos.

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