“Nosotros teníamos a Sabonis, pero este es un equipo infinito”
Joe Arlauckas (Nueva York, 1965) ganó la octava Copa de Europa del Madrid como lugarteniente de Sabonis en Zaragoza 1995 venciendo al Olympiacos y compartió vestuario con Pablo Laso durante dos años y medio.
Pregunta. ¿Qué recuerdos tiene del título de 1995?
Respuesta. Cuatro días antes, jugamos un partido de Liga desastroso en Girona, ante el Valvi, en el que llegamos a ir perdiendo por 30 puntos. Cuando llegamos a Madrid, Zeljko [Obradovic] estaba como loco, nos puso a entrenarnos sin piedad y cambiamos el chip. Ganamos al Limoges fácil en semifinales y eso nos dio mucha confianza de cara a la final.
P. ¿Cómo se afronta una final?
R. Como si no fueras a jugar ninguna más. Muchos de los jugadores de aquel equipo hicieron en Zaragoza los dos mejores partidos de su vida. Es difícil tener más intensidad y más concentración. No puedes mirarte a la mañana siguiente al espejo pensado en lo que pudiste haber hecho. Son 40 minutos de baloncesto para tocar la gloria.
P. ¿A esa concentración se llega desde la presión?
R. Con Sabonis nunca había presión. No se alteraba por nada. Era el mismo en los partidos grandes y en los pequeños. Con él teníamos la confianza de que todo iba a salir bien. Pero la clave era todo el equipo. Llegamos a aquella final y la ganamos gracias al trabajo de gente como José Lasa, Coll e Isma Santos.
Madrid, 73-Olympiacos, 61
Real Madrid: Antúnez (12), Santos (7), García Coll (2), Arlauckas (16), Sabonis (23) —cinco inicial—; Lasa (1), Cargol (6), Biriukov (0), Ferrer (0) y Antonio Martín (6).
Olympiacos: Tomic (3), Sigalas (10), Johnson (9), Volkov (15), Fassoulas (0) —cinco inicial—; Bakatsias (2), Nakic (15) y Tarlak (7).
Árbitros: Zych (POL) y Jungebrand (FIN). Sin eliminados.
11.000 espectadores en el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza. Partido jugado el 13 de abril de 1995.
P. ¿Qué aportó Obradovic?
R. Era un maestro. Es el entrenador con más cerebro que he visto, capaz de elaborar jugadas perfectas para resolver los partidos en el último tiro.
P. ¿Y Laso como jugador?
R. Tuve una gran conexión con él. Tenía el partido en la cabeza y sabía encontrar a los que estaban más enchufados.
P. ¿Cómo le ve como técnico?
R. Cuando llegas a un equipo del nivel del Madrid muchos se obsesionan con la pizarra, pero lo fundamental es forjar un grupo unido y Pablo ha sabido hacerlo. Es muy listo y tiene muchísimo carácter. Se hablaba de inexperiencia cuando lo ficharon, pero entre la experiencia y el carácter me quedo con el carácter.
P. Su estilo es muy distinto al de Obradovic.
R. Al Pablo jugador ya le gustaba correr. Se habla mucho del contraste de estilos, pero el Obradovic que entrenó al Madrid no es que fuera lento o defensivo, es que estaba muy condicionado por un jugador. ¡Cómo vas a correr con Sabonis! Cuando tienes a un pívot de 2,20m que es de los mejores del mundo, cómo no vas a esperarle. Si Pablo tuviera a Sabonis no jugaría igual.
P. ¿Qué virtudes tiene este Madrid?
R. Tiene una profundidad increíble. Nosotros teníamos a Sabonis pero este es un equipo infinito. Nunca sabes quién va a ser determinante porque lo pueden ser casi todos.
P. ¿Cómo ve la final?
R. Una de las claves puede ser Carroll porque creo que el Olympiacos no lo conoce lo suficiente como para defenderle igual de bien que lo hizo el Barça. También puede ser el día de Rudy. Apostaría por ellos porque no les salió nada en semifinales. El peligro puede ser que todos esperaban al CSKA y ahora puedan pensar que Olympiacos es un rival más fácil. Son un equipo con una defensa impresionante y un ataque muy potente. Hines es un animal. Su juego no es bonito, pero su actitud, intensidad y agresividad superan cualquier limitación. El CSKA no pudo hacer ni un solo lanzamiento claro. Para alcanzar el título el Madrid deberá currárselo mucho.
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