El otro partido de Mou
Los futbolistas sienten que el mánager los señala como culpables frente a la hinchada
Llegado al que probablemente sea el punto culminante de su carrera en el Madrid, el mánager José Mourinho hizo lo que viene repitiendo desde hace un año: señalar a sus jugadores. Después de una semana en la que el club ha lanzado una intensa campaña propagandística para alentar al madridismo a apoyar al equipo en la remontada del 4-1, Mourinho se mostró escéptico y muy crítico con sus futbolistas. “Este podría ser el partido más importante de la historia del Madrid en los últimos 10 años”, dijo, “pero también lo pensaba antes de jugar en Dortmund y lo jugamos como si fuera un amistoso”.
Las palabras del técnico, que responsabilizan a los jugadores de una eventual eliminación, causaron un gran enojo entre los jugadores, que se sienten señalados desde que acabó el partido en Alemania, cuando el entrenador los acusó de no haber jugado con las mismas ganas que el rival. La plantilla cree que el preparador cometió errores de los que no solo no se ha hecho responsable sino que los ha endilgado al equipo en público. En el vestuario observan que la multitud de hinchas que acudió al aeropuerto de Dortmund a insultar a los futbolistas después del partido es una muestra de las reacciones que puede generar el mánager con su discurso.
Si no llegamos a la final, será mi fracaso
Mourinho se quejó de que sus jugadores no hicieran faltas a los del Dortmund en la ida. “Mi equipo solo hace cosas lícitas”, afirmó. “Somos de un modo tan puro, tan inocentes y tan ingenuos, que Lewandowski contra nosotros ha marcado cuatro goles y no le hemos hecho ni una falta (…). Si no haces ni una falta a un jugador que te mete cuatro goles y a Cristiano a los 10 minutos ya le pegaron cinco veces… Yo no quiero cosas ilícitas pero quiero que vayamos concentrados, con agresividad mental. Para mí eso es lícito. Al contrario de la agresividad física”.
El técnico asegura que arreciaron las faltas contra Cristiano pero las estadísticas determinan que el atacante portugués solo sufrió dos faltas en todo el encuentro de ida: una en el minuto 22 y otra en el 25. En cuanto a Lewandowski, los datos revelan que Ramos le hizo falta en el minuto 9.
No estoy preocupado por lo que piensen los jugadores, sino por hacer mi análisis
Mourinho admitió su desazón cuando le preguntaron por el juicio que haría la historia de su figura al frente del Madrid. “Pienso que en prácticamente todos los clubes de fútbol el éxito es el éxito de todos y el fracaso es el fracaso del entrenador”, observó. “Pasa en todo el mundo con excepción de algunas culturas un poquito diferentes. Los clubes que son especiales en algún sentido es porque reconocen a la figura del entrenador responsabilidades en lo bueno y en lo malo. Yo estoy perfectamente tranquilo porque sé que es así: el fracaso del entrenador y las victorias son de todos. El récord de los 100 puntos [de la pasada Liga] será del Madrid y si no llegamos a la final será mi fracaso”.
Contradictorio, el mánager advirtió que no le interesa lo que digan ni lo que piensen los miembros de su plantilla porque cree que lo determinante será su planificación del partido: “No estoy muy preocupado en escuchar ni sentir lo que piensan los jugadores, ni en intentar sacarles sensaciones. He estado preocupado en hacer mi análisis”.
Su conclusión, como casi siempre que Mourinho habla con el corazón, fue una reflexión autorreferencial sobre su carrera como algo que trasciende su eventual paso por el Madrid. “Espero tener 10 años mínimo para continuar ganando competiciones”, dijo. “Por eso si no gano ahora… Hay entrenadores fantásticos en el fútbol que no han ganado ninguna Champions. Yo he ganado dos. Tengo que agradecerlo a Dios. Continuaré luchando para que me llegue una tercera”.
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