_
_
_
_

El Barça se reencuentra en Atenas

El Panathinaikos naufraga (60-70) ante la defensa en zona y un gran Navarro y habrá quinto partido en el Palau

Robert Álvarez
Navarro trata de pasar a Lorbek ante Bramos.
Navarro trata de pasar a Lorbek ante Bramos.Thanassis Stavrakis (AP)

El Barcelona se destapó por fin en Atenas y se ganó el derecho a jugar el quinto y definitivo partido de la serie contra el Panathinaikos, el próximo jueves en el Palau Blaugrana. Nueve días después del inicio de la eliminatoria, después de tres partidos y dos derrotas, en la situación más difícil, cuando estaba entre la espada y la pared, con un pie fuera de la final a cuatro de Londres, el equipo azulgrana sacó a relucir en el monumental y rebosante OAKA de Atenas el potencial y la superioridad que su rival griego había difuminado hasta convertirlo poco menos que irreconocible.

Por fin estuvo a la altura de las exigencias, mandó en el rebote, confundió a los del trébol con su defensa en zona, colapsó al virtuoso y cerebral Diamantidis y ahogó al colosal Schortsanitis dentro de la zona. Por fin Lorbek se pareció al admirable cuatro que llamó la atención de los Spurs y que tanto se cotiza en Europa, Marcelinho distribuyó con soltura y minimizó sus errores, Tomic brilló como uno de los pívots más finos y efectivos que campan por Europa y Navarro, pese a un mal inicio, pudo apoyarse por una vez en el buen trabajo de sus compañeros para acabar recuperándose y darle la puntilla al Panathinaikos.

PANATHINAIKOS, 60 BARCELONA REGAL, 70

Parciales: 10-20 | 17-11 | 11-20 | 22-19

Panathinaikos: Diamantidis (0), Xanthopoulos (0), Maciulis (11), Gist (4), Schortsanitis (13) —equipo inicial—; Bramos (15), Ukic (4), Lasme (12) y Tsartsaris (1).

Barcelona Regal: Marcelinho (10), Navarro (17), Abrines (2), Lorbek (8), Jawai (7) —equipo inicial—; Sada (0), Jasikevicius (5), Wallace (0), Ingles (5) y Tomic (16).

Árbitros: Ryzhyk (Ucr.), Jovcic (Srb.) y Boltauzeer (Esl.). Sin eliminados.

17.900 espectadores en el OAKA de Atenas. El Barcelona iguala a 2 la eliminatoria. El quinto partido se jugará en el Palau el próximo jueves 25.

Dominó el Barcelona de principio a fin, con un bache en el segundo cuarto cuando el Panathinaikos, jugando con tres hombres altos galopó con un parcial de 7-0 y redujo casi a la nada la rápida ventaja que había adquirido el Barcelona. Solventado ese problema, no hubo más discusión.

El factor mental y escénico se ha convertido en la clave de una eliminatoria en la que cada canasta supone esfuerzo titánico, cada encuentro un desafío ajedrecístico para los entrenadores y cada jugada un esfuerzo titánico para los diez jugadores en la cancha. Xavi Pascual tiró de los indicios que ya se intuyeron en el tercer partido, pese a la derrota de su equipo. La defensa en zona se le indigesta al Panathinaikos. La doble ración, casi de principio a fin, que propuso el Barcelona fue letal para su rival. No acertaban a dividir bien la zona Diamantidis o Ukic, no acertaban con los triples los tiradores griegos, no les llegaban balones en superioridad a sus pívots, aspectos capitales para romper esa disposición defensiva.

Privado de la clarividencia de Diamantidis, con poco acierto en el tiro exterior y cometiendo excesivas pérdidas de balón, el Panathinaikos fue sumiéndose en la nada ofensiva. Diamantidis se quedó a cero, Tsartsaris sumó uno desde la línea de tiros libres y Gist y Ukic, poco más.

Pascual volvió a remozar el quinteto inicial. Dio entrada a Abrines y situó como interiores a Lorbek y a Jawai. El pívot australiano arrancó como un ciclón y puso en jaque a Schortsanitis. Marcelinho también vio aro y el Barcelona marcó el paso con autoridad. Pero, a pesar de la notable brecha que abrió en el marcador (14-25), fue muy consciente, por la forma en que habían transcurrido los tres partidos anteriores, de que no podía bajar el listón.

El Panathinaikos es un equipo que siempre encuentra el momento para desinflar el globo, esta vez también. La diferencia fue que, cuando más apretó, 29-31 nada más dar inicio el tercer cuarto, el Barcelona supo contestarle. Los triples de Marcelinho, Lorbek y Navarro en aquellos momentos catapultaron definitivamente a su equipo. Por fin ganó el Barcelona en Atenas, por fin podrá decidir la eliminatoria en el Palau, algo que no pasó hace dos años y que le costó su ausencia en la Final a Cuatro en el Palau Sant Jordi. Londres y el Madrid, están a la vuelta de la esquina.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_