_
_
_
_
_

El ‘milagro’ de Popa

Desahuciada para la gimnasia por una grave lesión de codo, la española debuta en una gran cita metiéndose en dos finales

Amaya Iríbar
Roxana Popa en el ejercicio de paralelas.
Roxana Popa en el ejercicio de paralelas. SERGEI ILNITSKY (EFE)

A Roxana Popa la desahuciaron para la gimnasia hace un par de años. Se rompió el codo izquierdo y no salió bien de la operación. Volvió a pasar por el quirófano. Nada. La niña nacida en Rumanía y hecha gimnasta en España, a donde emigraron sus padres por razones económicas, llegó al Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid no como la gran promesa que había sido hasta entonces sino como una niña más, con la esperanza de recuperar su brazo simplemente para hacer una vida normal. “Apenas podía colgarse de las paralelas”, recuerda por teléfono Eva Rueda, una de las mejores gimnastas españolas de la historia y hoy entrenadora del equipo nacional.

Esa niña tiene ya 15 años, un cuerpo explosivo, ejercicios de élite y una gran alegría. En los Europeos que se celebran estos días en Moscú, su primera gran prueba como deportista adulta, se ha clasificado para la final individual del viernes con la sexta mejor nota (55,065 puntos), solo superada por dos rumanas y tres rusas -aunque solo dos pasarán a la final- y para la de suelo, que cerrará la competición el domingo. Donde no ha pasado el corte es en las paralelas, la prueba donde exhibe el ejercicio más original, con varias sueltas espectaculares y una salida de máxima dificultad.

Candidatas a medalla

Estos son los resultados tras la jornada clasificatoria de los Europeos que se celebran en Moscú.

Clasificación individual: 1. Larisa Iordache (Rumania), 57,198 puntos. 2. Diana Bulimar (Rumanía), 56,132 puntos. 3. Anastasia Grishina (Rusia), 56,065. 4. Aliya Mustafina (Rusia), 56,057. 6. Roxana Popa, 55,065. 12. María Paula Vargas, 53,032.

Salto: 1. Giulia Steingruber (Suiza), 14,783. 2. María Paseka (Rusia), 14,733. 3. N. Van Klaveren (Holanda), 14,583.

Paralelas: 1. Aliya Mustafina (Rusia), 15,025. 2. Rebecca Downey (Reino Unido), 14,733. 3. S. Scheder (Alemania), 14,700.

Barra: 1. L. Iordache (Rumanía), 15,066. 2. Diana Bulimar (Rumanía), 14,366. 3. Carlotta Ferlito (Italia), 14,2oo.

Suelo: 1. Ksenia Afanaseva (Rusia), 14,633. 2. Larisa Iordache (Rumanía), 14,400. 3. Aliya Mustafina (Rusia), 14,300. 8. Roxana Popa, 13.700.

La progresión de Popa, que pertenece al club Los Cantos de Alcorcón (Madrid), había sido espectacular hasta la lesión. Pero el quirófano partió en dos su carrera. Desde ese momento, lo suyo ha sido cuestión de perseverancia, horas y horas de trabajo de recuperación y mucho cuidado. “Hay que escucharla”, reconocía Lucía Guisado, la nueva responsable del equipo femenino, antes de viajar a Moscú el pasado viernes; “porque se le carga el codo más de lo normal y a veces tiene que parar”. Las gimnastas se entrenan en sesión doble, mañana y tarde, hasta ocho horas al día. Popa lleva con ese ritmo apenas un año largo y hasta estos Europeos solo había participado en los Europeos júnior del año pasado.

Dicen sus entrenadoras que Roxi, como la llaman, se pone muy nerviosa cuando compite. Antes de los Europeos ella solo quería “volver a competir y hacerlo bien”. “Después de la lesión he perdido el ritmo de competición, pero nunca pensé en dejarlo”.

Junto a Popa estará en la final individual María Paula Vargas, 17 años, también hija de la inmigración. Sus padres venezolanos llegaron a España buscando una vida mejor y su hija decidió seguir practicando el deporte que la hacía feliz. Aguantó incluso después de la decepción que supuso para ella perder el billete para los Juegos de Londres del año pasado. Vargas se ha clasificado con la 12ª posición (53,032 puntos).

Tanto para Popa como para Vargas, y por supuesto para sus entrenadoras, los resultados del Europeo son la primera alegría tras unos meses muy duros, desde que Jesús Carballo, seleccionador desde hace 33 años fuera apartado de la sala después de la denuncia de una antigua gimnasta. “Estamos todos muy contentos porque ellas también lo han pasado muy mal sin su entrenador”, se despide, aliviada, Eva Rueda.

Rumanía amenaza con un 'maracanazo'

Hasta que apareció Nadia Comaneci en los años 70 la gimnasia había sido, con contadas excepciones, cosa de la Unión Soviética, una auténtica factoría de fabricar campeonas. Luego vino la ruptura de la URSS y con ella la de su imperio deportivo y de sus cenizas renació el equipo ruso. Dos décadas le ha costado a Rusia recuperar terreno y, aunque han surgido nuevas potencias, como Estados Unidos, como China, una de las conclusiones de los Juegos de Londres el pasado verano es que Rusia ha vuelto: con su gimnasia clásica y vistosa y un par de estrellas dignas de los más altos trofeos. Komova, la gran derrotada en Londres, no está en los Europeos, convaleciente de una lesión, pero Mustafina tiene carácter suficiente para que no se note su ausencia. Dos rumanas, Iordache y Bulimar, y su compañera Grishina, que también fue olímpica, amenazan a la diva rusa. De ganar el viernes alguna de las rumanas sería un auténtico maracanazo pues lo Europeos son en Moscú. Precisamente la última vez que esta competición se celebró en Moscú, en 1987, fue la rumana Daniela Silivas la que se coronó campeona de Europa.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_