Nosa cierra un derbi frenético
El Sevilla se adelanta 0-3 gracias a una brillante primera media hora en la que apabulla al Betis, pero los de Mel igualan el partido (3-3) gracias a su empuje y las decisiones arbitrales
Hubo de todo en el derbi. Desde el ridículo del Betis hasta el desplome del Sevilla, que, castigado por las decisiones arbitrales y sobrepasado por la intensidad del acontecimiento, permitió que su rival le igualara un cero a tres. Por eso, la alegría fue bética, pues el punto era poco menos que una entelequia en la primera mitad ante el baño que el Sevilla le estaba dando al Betis. Fue Nosa, en el último minuto, el que igualó un derbi con todos sus condimentos: intensidad, goles, polémica, penaltis, expulsiones y nervios. Desaprovechó el Sevilla una gran oportunidad para acercarse al Betis, al que sigue teniendo a seis puntos. Llora las decisiones del colegiado, barrido por el empuje final del Betis después de una primera media hora impresionante. Sobró el manotazo de Medel, así como el gesto de Mel, que dedicó una peineta hacia la afición del Sevilla. También los errores de Del Cerro Grande, que concedió un gol ilegal a los de Emery, pitó un inexistente penalti sobre Rubén y expulsó injustamente a Medel. El chileno, no obstante, no acaba de aprender de sus errores.
BETIS, 3 - SEVILLA, 3
Betis: Adrián; Chica, Amaya, Paulao (Nosa, m. 82), Álex; Campbell (Vadillo, m. 64), Cañas, Beñat, Juan Carlos (Jorge Molina, m. 46); Rubén Castro y Pabón. No utilizados: Casto; Ángel, Perquis y Rubén Pérez.
Sevilla: Beto; Coke, Fazio, Botía, Alberto Moreno; Medel, Kondogbia (Maduro, m. 85); Navas, Rakitic, Reyes (Perotti, m. 68); y Negredo (Manu, m. 90). No utilizados: Palop; Cala, Cicinho y Babá.
Goles: 0-1. M. 7. Rakitic. 0-2. M. 18. Rakitic. 0-3. M. 32. Negredo. 1-3. M. 42. Pabón. 2-3, M. 53. Rubén Castro, de penalti. 3-3. M. 89. Nosa.
Árbitro: Del Cerro Grande. Expulsó con roja a directa a Medel (m. 50). Amonestó a Beñat, Amaya, Fazio, Álex, Cañas, Campbell y Alberto.
Unos 50.000 espectadores en el Villamarín.
Como si de un calco del derbi de la primera vuelta se tratara, el Sevilla masacró al Betis con una superioridad exultante, un excelente juego de combinación en el centro del campo y un espíritu matador para machacar al eterno rival en su propio campo. Fue mejor el Sevilla en una media hora de ensueño, superior en todas las facetas del juego, armado en torno a una línea de centrocampistas que destrozaron la débil propuesta de Mel en la medular. En realidad, el Betis juega siempre así, con cuatro delanteros, y Emery lo vio tan claro que hasta pareció fácil. Bastó que Medel y Kondogbia apretaran a Cañas y Beñat hasta asfixiarlos, con Rakitic ganándoles la espalda y Reyes dibujando pases de ensueño. Ante la propuesta sevillista, el Betis se entregó a un intercambio de golpes que, a priori, debería beneficiarle y que se acabó por convertir en un suplicio.
Que el Sevilla se mueve como pez en el agua en el Villamarín lo demuestra que solo ha perdido tres de los últimos 20 derbis en el estadio bético. Lo confirmó un pase al hueco de Reyes, algo largo, pero con peligro para la lentísima defensa bética. Adrián, ni supo salir ni tapó su palo, con lo que a Rakitic le bastó con un suave toque con la zurda para batirlo. Un gol a los siete minutos respondido por una buena parada de Beto a Juan Carlos. Poco más pudo hacer el Betis, aplastado a partir de ese instante.
Negredo, que se comió el solo a Paulao y Amaya, muy inseguros, disparó al palo. El equipo de Mel se derrumbó ante la calidad del Sevilla, que mostró en unos minutos de ensueño que debería estar dispuesto para batallas mayores. Cinco minutos después, Del Cerro Grande se tragó un fuera de juego de Negredo para que Chica, también muy desafortunado, le diera un pase de gol al propio Rakitic. El croata marcó, ahora por arriba, para hacer el segundo. En un suspiro, volaba el Sevilla, aupado por Rakitic, al que le ha sentado de maravilla su reciente casamiento. En la fiesta del Sevilla bullía Navas, incansable, mientras Rakitic anotaba y ponía la pausa. Faltaba en la exhibición la nota de alta escuela. En la enésima contra con el Betis roto, el balón le llegó a Reyes. Emergió el duende. Un pase sideral del utrerano al hueco superó a la zaga del Betis y fue rematado por Negredo con un toque preciso. Era el 0-3, la plasmación de la hermosa superioridad de un Sevilla disparado.
Los de Emery no supieron mantener la renta y facilitaron la postrera igualada local
Tanto, que tuvieron que ser factores inesperados los que alteraron la indiscutible jerarquía del Sevilla. El primero, un error de Medel que provocó el gol de Pabón antes del descanso. Luego, una obstrucción de Fazio a Rubén Castro que el árbitro consideró penalti. Anotó el canario, que metió al Betis en el partido, tanto como el manotazo de Medel a Cañas. Lo que fue una desconsideración lo convirtió Del Cerro en roja. Como de la noche al día nació otro derbi, con el Sevilla en inferioridad y el Betis apretando.
En las nuevas condiciones en la que se movió el choque tampoco el conjunto de Mel fue mejor. El Sevilla dio un lógico paso atrás y el Betis lo intentó con la entrada de Vadillo en banda y Jorge Molina arriba. Ganó el barullo, el balón al área, donde Fazio realizó un esfuerzo monumental, siempre acertado en las coberturas, inmenso en el juego aéreo. No supo el equipo verdiblanco leer el choque a pesar de jugar media hora en superioridad. Hasta que en el último minuto Nosa se redimió ante la afición con un gran remate que puso el final a un derbi de locos.
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