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Y Condoleezza rompe el tabú

Rice, la primera mujer socia de Augusta junto a Darla Moore, viste orgullosa su chaqueta verde en el Masters

J. M.
Condoleezza Rice y Arnold Palmer, este miércoles.
Condoleezza Rice y Arnold Palmer, este miércoles.reuters

Dos mujeres se han vestido con la chaqueta verde y el Masters sigue sano y en pie, al contrario de lo que pudieran pensar los sectores más conservadores de este selecto club. Condoleezza Rice, exsecretaria de Estados de EE UU, y la empresaria Darla Moore se convirtieron el pasado agosto en las primeras mujeres admitidas como socias en el Augusta National Club. Y Condoleezza ha paseado orgullosa y sonriente su chaqueta verde estos días en Augusta. El miércoles, por ejemplo, compartió la atención de los fotógrafos con Rory McIlroy, número dos mundial, y con su novia, la tenista Caroline Wozniacki, y con los tres grandes, Jack Nicklaus, Gary Player y Arnold Palmer, durante el concurso de los pares tres.

Es la última barrera derriba en una entidad marcada siempre por la sombra del racismo y el machismo, que solo permitió caddies negros hasta 1982, como si fuera un trabajo que no podía hacer un negro, y que no tuvo un miembro negro hasta 1990. La llegada de Tiger Woods, ganador en 1997 y un símbolo multirracial, hizo caer definitivamente todos los tabúes, al menos de puertas afuera.

Hasta el presidente Obama reclamó la presencia de socias

El ruido por la prohibición de admitir mujeres socias subió a tal volumen que en abril pasado el presidente Obama hizo saber públicamente su opinión a favor de eliminar tal restricción. Augusta cedió en agosto después de un debate interno, y el presidente del club, Billy Payne, vistió el cambio de rumbo como un momento "histórico y digno de orgullo". Ahora asegura que "habrá más mujeres" en Augusta, un club al que considera "un modelo en el mundo del golf". "Como mujer deportista, queremos las mismas oportunidades", reclama Annika Sorenstam, exgolfista y exnúmero uno mundial. "Es lo correcto", asiente Woods. Los guardianes de Augusta han comprendido que su inmovilismo solo iba en contra de la grandeza del Masters.

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Sobre la firma

J. M.
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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