“Hemos vuelto a los orígenes”

Lo tenía muy claro Jordi Roura, entrenador en funciones del Barcelona, en contacto continuo con el técnico Tito Vilanova, presente en cada conversación, en la derrota y en la victoria, por muchos kilómetros de distancia que separen Nueva York de Barcelona. Lo tenía claro y así lo explicó al terminar el encuentro: “Sabíamos cómo teníamos que hacerlo: teníamos que abrir más el campo, jugábamos en realidad con tres defensas, hemos querido mejorar la llegada de nuestro falso nueve, Messi, y centrar a nuestro delantero, Villa; hemos ejercido una presión mucho más alta e intensa en los tres cuartos de su campo”, explicaba. Y parecía fácil. Pero no lo fue.

“Han sido unos días difíciles, complicados. Los jugadores han recibido críticas desmesuradas, pero han conseguido un buen resultado y han demostrado que están hechos de una pasta especial. Podríamos haber quedado eliminados, pero han jugado con una intensidad y un compromiso muy grande. Su actitud es encomiable. Estoy orgulloso de poder estar aquí y trabajar con ellos”, apuntó Roura, suelto, con respuestas fáciles y acertadas tras la presión acumulada en las últimas semanas.

Y añadió que le hizo falta bien poco para arengar a la plantilla, que ya era consciente de lo que debía hacer: “Llevamos muchos días hablando del partido y de la remontada. Todos sabíamos lo que nos jugábamos. A nadie le gustan las críticas. No ha sido necesario hacer gran cosa. Uno siempre se queda sorprendido de que estos jugadores, que han ganado tanto, cuando pierden un partido lo sientan tanto. Son muy competitivos y eso hace que quieran volver a ganar”. Y añadió: “Cualquier error nuestro podría haber valido el gol del Milan y, quizá, no nos habríamos clasificado. Pero yo seguiría viniendo aquí a decir que estoy orgulloso de estos jugadores”.

“Mucha gente esperaba que este equipo pudiera dar la cara y remontar un partido. La manera en la que lo hicimos nos deja muy satisfechos. Hoy, más allá del resultado, hemos vuelto a los orígenes. Eso es lo que más contentos nos deja. Hacía rato que este equipo no hacía las cosas así de bien. Esperemos que no necesitemos otro cachetazo para volver a hacer las cosas como sabemos”, se arrancó Mascherano, siempre lúcido, amante de los grandes discursos. “El hecho de encadenar algunos partidos que no fueron buenos hizo que la confianza y la manera de jugar el equipo ya no fuera la misma. Hoy se ha visto lo que ha caracterizado al equipo en los últimos cinco años”, añadió.

Y eso que el argentino ni siquiera celebró el segundo gol, pues sucedió a la pifia que casi termina por complicarle la clasificación al Barça. El Jefecito perdió el balón que propició el disparo al palo de Niang y, pese a la victoria y a pesar de que una recuperación suya terminó en el gol de Villa, dijo no poder perdonárselo: “No me lo puedo permitir: errores como esos te hacen quedar fuera de una competición como la Champions. Dios estuvo conmigo, tuve suerte. Me voy triste por esa jugada”, confesó en el plató de BarçaTV.

También se reconoció en el Barça de la remontada Dani Alves, un Barça que presiona, incomoda a los rivales y crea ocasiones. “Esta es la identidad de este equipo, que maneja los partidos según quiere: cuando hay que apretar, aprieta; cuando hay que tener la posesión, tiene la posesión; cuando tiene que controlar, controla. Ha sido una noche mágica”. Y, añadió, no se trataba de reivindicarse ante nadie después de las críticas recibidas: “Esto no es para callar ninguna boca, ni para la gente negativa, sino para los que no habían perdido la confianza y la fe porque este equipo tiene mucho que dar al fútbol”. “De esta hemos salido, pero hay que aprender de las cosas. No podemos volver a jugar un partido como el de Milán. Nos debe servir de experiencia para el futuro”, intervino Iniesta.

“No hemos dejado prácticamente pensar al Milan”, insistía el director deportivo, Andoni Zubizarreta, que confesó haber sufrido en la grada. “Pero, a veces, el fútbol te da grandes alegrías”. Como la que dio la noticia de que Vilanova regresará pronto a casa, a finales de mes, según concretó Carles Rexach, exentrenador del equipo, que está en permanente contacto con el técnico. “Tito está contento y feliz. Se le ha girado trabajo. Y tiene una doble satisfacción: su recuperación va muy bien, puede que haya acabado en pocos días”, admitió también Roura. “Si Dios quiere y elmíster vuelve pronto, nos dará una fuerza importante”, añadía Iniesta.