El improvisado ‘profe’ de Tiger

Fue un encuentro casual, según admitió el propio Tiger Woods. Fue en la cancha de prácticas, justo antes del inicio del Cadillac Championship. El Tigre conquistó el domingo el 76º torneo de su carrera en el circuito estadounidense con 27 birdies, a uno de su mejor marca personal, y con un registro de 100 putts. Nunca había necesitado tirar menos durante los cuatro días de un campeonato, mejorando así su récord de 101 en el Arnold Palmer de 2009.

Parte de este récord se le debe Tiger a su compatriota Steve Stricker, que curiosamente fue segundo en el Cadillac, y a sus consejos sobre el golpeo en el green. Así lo contó Woods: "Fue una casualidad pura y dura. Había estado pateando en casa no me encontraba nada a gusto con la postura, andaba preocupado. Estaba el miércoles dando bolas en Doral y se me acercó el agente de Stricker y me dijo si jugaba con él una ronda de prácticas. Me pareció perfecto. Ahí aproveché para pedirle consejo, como he hecho en otras ocasiones, y me ayudó a recuperar la postura que había tenido en el Farmers durante una hora. Pero no busqué yo a Steve, salió de manera casual".

Stricker, precisamente, ha decidido reducir sus apariciones este año en el circuito por motivos familiares, y participar en una decena de torneos. Y no le va mal. En sus tres últimos campeonatos ha sido segundo en el Hyundai, quinto en el Accenture y segundo también en el Cadillac, tras Woods. Presume además de un registro fabuloso: 256 hoyos seguidos sin necesitar tres putts. De su buen hacer sobre el green se aprovechó un renacido Tiger Woods.