Paseo del Juventus hacia cuartos
El combinado de Conte, como ya hiciese en la ida, gana sin problemas al Celtic también en casa (2-0) y certifica el pase
Corazón contra calidad. Ese fue el sello de la eliminatoria que ha catapultado a la Juve hasta los cuartos de final, algo que no conseguía desde la temporada 2005-2006. La vuelta fue un partido que casi empezó acabado, de no ser porque el Celtic desdibujó al equipo de Conte en los primeros 20 minutos. Entonces ya se pudo descifrar la misma partitura que se tocó en el Celtic Park. Los italianos, practicantes del fútbol de toque, convencidos del juego asociativo con Pirlo como mejor expresión, prescindieron del balón en los primeros 45 minutos. Los escoceses acumularon casi un 60% ante el equipo bianconero, destensado por el abultado resultado de la ida.
Empezó el Celtic asumiendo la iniciativa en el Juventus Stadium. Sabedor el equipo escocés de que su apuesta en el terreno de juego tiene más de corazón que de calidad. Incluso por momentos parecía tejer mejor en el centro del campo, aunque casi siempre para acabar muriendo en centros al área en busca de los 192 centímetros de Samaras. El griego, abandonado en el área rival, no encontró ninguna otra vía para hacerse con el balón.
Los escoceses llegaron a acumular casi un 60% de la posesión ante el equipo bianconero
Juventus, 2-Celtic, 0
Juventus: Buffon; Barzagli, Marrone, Bonucci; Padoin, Vidal (Isla, min.67), Pirlo (Giaccherini, min.69), Pogba, Peluso(Asamoah, min.59); Quagliarella, Matri.
Celtic: Forster; Matthews (Forrest, min.52), Wilson, Wanyama (Ambrose, min.46), Izaguirre; Samaras, Kayal, Ledley, Mulgrew; Commons (Lassad, min.72) y Hooper.
Goles: 1 - 0, min.23, Matri y 2 - 0, min.65, Quagliarella.
Árbitro: Firat Aydinus (Turquía). Amonestó con tarjeta amarilla a Peluso (min.18) por parte del Juventus y a Izaguirre (min.65) del Celtic.
Lleno en el Juventus Stadium
Pero todo acabó con el primer gol, que como en el encuentro de Glasgow se encargó de ejecutar Matri. Quagliarella condujo el cuero hasta el área rival después de que Hooper se dejara robar la pelota. Escorado a la izquierda, disparó muy cerca de Foster. El guardameta repelió el disparo, pero no lo suficiente para evitar que Matri cazara el tanto que desinfló a los de Lennon. Mazazo para el ímpetu de los escoceses, que no inquietaron a Buffon, salvo en un trallazo lejano de Ledley, que rozó su escuadra y un disparo de Hooper que obligó al portero a estirarse. Lo dijo su entrenador cuando aseguró que no pensaban tanto en el milagro como en querer ganar el partido. Ni ese premio pudo traerse de Turín. Pueden estar contentos por haber alcanzado los octavos de final en el mismo grupo que el Benfica y el Barça, todo un triunfo para los Bhoys. La primera vez en cinco temporadas. Por eso sus hinchas no dejaron de cantar ni siquiera en la segunda parte, cuando su equipo dio un bajón considerable.
Pese a la lluvia incansable, tampoco se ensuciaron demasiado los italianos, que dejaron poco más que algún detalle de Pirlo y el trabajo sin balón de Matri. Sin Marchisio, al que Conte dio descanso, escoltaron a Pirlo Pugba y Vidal. El primero, implacable al corte, dejó algún detalle de calidad, como la media vuelta de genio que ejecutó en la frontal del área rival para deshacerse de la defensa escocesa. El chileno dio el pase del segundo tanto, después de desmarcarse para recibir un gran balón teledirigido de Pirlo, que no descansa ni cuando ya no hay nada a lo que jugar. El gol lo cazó Quagliarella a media hora del final.
Demasiado castigo para el Celtic, que además sufrió la lesión de Matthews. Sobre todo en el total de la eliminatoria, que en nada se ha parecido al otro duelo que protagonizaron los dos equipos hace 11 años. Entonces, los de Turín ganaron en la ida 3-2 y los escoceses la vuelta por 4-3. El de esta edición no quedará para el recuerdo.
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