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Negredo destroza a un Celta ingenuo

El Sevilla se impone gracias a la eficacia de su delantero y las facilidades del conjunto de Abel Resino

Rafael Pineda
Alberto Moreno y Negredo celebran uno de los goles del delantero.
Alberto Moreno y Negredo celebran uno de los goles del delantero.TONI RODRIGUEZ (DIARIO AS)

Puede que no fuera para tanta ventaja. Ni siquiera fue tan fácil como se puede presuponer por la goleada. Pero el triunfo del Sevilla resultó incontestable ante un Celta de plastilina. El equipo que trabaja Emery cosechó una victoria en casa, donde se está haciendo fuerte, gracias a la velocidad de Navas, la visión de Rakitic y el instinto de Negredo. Tres poderosas razones para acabar apabullando al Celta, que se rindió de forma indecorosa después de que Beto hubiera mantenido a los andaluces en el partido.

En el momento que Javi Varas cometió su tercer error grosero de la noche al tragarse un misil de Medel, el Celta aflojó hasta límites inauditos en un equipo que pelea por la permanencia. Varas ayudó a su amigo Negredo a que consiguiera el primer triplete de su carrera deportiva. Al sevillano le pudo jugar en Nervión y su desastrosa actuación dio alas al Sevilla. Cuando hubo partido no desentonó demasiado el Celta, de buen toque, con un jugador interesante como Aspas. Lo que no es de recibo en jugar con la defensa en el centro del campo ante un pasador como Rakitic y una bala como es Navas, otra vez incansable, otra vez incisivo, otra vez sin gol. Para eso estaba Negredo, para rematar a un Celta que recibió la mayor goleada de toda la temporada. O Abel cambia de estrategia o le tocará sufrir de lo lindo mientras enfila la Segunda División. Por más que el Celta sea un manojo de nervios, su caída tras el 3-1 debe hacer reflexionar a Abel y a sus muchachos, que perdieron una buena oportunidad de salir de la zona de descenso después de los resultados que se dieron en la jornada.

Sevilla, 4 - Celta, 1

Sevilla: Beto; Coke, Fazio, Fernando Navarro, Alberto Moreno; Navas, Medel, Kondogbia (Maduro, m. 76), Rakitic; Manu del Moral (Reyes, m. 46) y Negredo (Babá, m. 83). No utilizados: Palop; Botía, Cicinho y Javi Hervás.

Celta: Javi Varas; Jonny, Cabral, Demidov, Bellvís (Roberto Lago, m. 81); Oubiña, Álex López; Augusto (De Lucas, m. 74), Bermejo, Orellana (Pranjic, m. 60); y Aspas. No utilizados: Sergio; Vila, Krohn-Delhi y Park.

Goles: 1-0. M. 11. Negredo. 2-0. M. 28. Negredo. 2-1. M. 40. Augusto. 3-1. M. 66. Medel. 4-1. M. 68. Negredo.

Árbitro: Del Cerro Grande. Amonestó a Jonny y Rakitic.

Unos 12.000 espectadores en el Ramón Sánchez Pizjuán.

Mientras, el Sevilla de Emery se recompuso después de su eliminación en la semifinal de Copa contra el Atlético con tres puntos que alimentan el trabajo continuo de su entrenador. Jugará mejor o peor y sufrirá por sus eternos errores en defensa, pero hay un técnico que dirige y toma decisiones. El Sevilla de Emery es intenso y se despliega con velocidad en ataque, gracias al buen momento de Rakitic y la nueva demostración de Navas. Emery ha logrado una regularidad desconocida en casa, donde el Sevilla acumula cuatro triunfos seguidos desde la llegada del vasco al banquillo. Doce puntos que le permiten al cuadro andaluz mantener sus opciones de pelear por una plaza europea en la Liga. Ahora, a cinco puntos de la séptima plaza, todo es posible.

Respondió un Sevilla renovado, con Fernando Navarro de central mientras Cala estaba en la grada y Botía en el banquillo. Decisiones de entrenador, con toda la banda izquierda para el joven lateral Alberto Moreno. Tras una enorme intervención de Beto a Aspas, el Sevilla comenzó a hacer sangre ante la debilidad de la zaga del Celta. Un centro de Navas lo despejó de forma débil Varas, lo que aprovechó Negredo para abrir el marcador. Otro rechace acabó también en gol. Así es el delantero madrileño, un goleador de rachas, ausente en las grandes citas y con cierta debilidad mental para ser consistente todos los partidos. Le duele mucho fallar goles y necesita de autoestima para ser eficaz. Su primer triplete le debe ayudar para elevarse en figura fundamental de un Sevilla europeo.

El Celta no acusó demasiado los goles, disfrutando de su superioridad numérica en el centro del campo y llegando a anotar un buen gol tras acción de Aspas y remate de Augusto. Mereció incluso el empate después de un remate de Orellana al larguero. El partido se había convertido en un duelo de ida y vuelta, pero en esa salsa el Sevilla tenía las de ganar por su pegada arriba, con Negredo en un buen día, y el excelente rendimiento que le está ofreciendo el portero Beto. Crujió Varas en el disparo de Medel y con el 3-1 todo se acabó.

Galopó el Sevilla en busca de la goleada y el Celta mostró la bandera blanca de forma brusca e inesperada. Navas, un auténtico puñal, entró una y otra vez por la banda, mientras Rakitic, ahora ya sin oposición, veía el fútbol con absoluta claridad. Se coció así el justo triunfo del Sevilla, que deberá de mejorar en defensa para ser fiable y competitivo. En esa tarea persevera Emery, que se ha empeñado en cambiarle la cara al Sevilla

 

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