Higuaín, un centenario precoz

Llegó a Chamartín hace siete años. Lo hizo de puntillas, sin hacer ruido, como un prometedor artillero forjado en la prolífica cantera del River Plate. El por entonces director deportivo del Real Madrid, Pedja Mijatovic, le echó el lazo a cambio de 12 millones. Una cifra que, dado su rendimiento con la camiseta blanca, hoy se antoja como un excelente negocio. No lo ha tenido fácil Gonzalo Higuaín (Brest, Francia; 1987), que ha tenido que luchar siempre contra viento y marea, contra cañoneros de altos quilates, para hacerse un hueco en el entramado blanco y el corazón de la hinchada del Bernabéu. El pasado sábado, asestó ante el Deportivo el golpe de gracia definitivo cuando el envite agonizaba y los blancos iban a dejarse por el camino dos puntos más. Una diana con un sabor especial. La 100ª que logra con la camiseta del Madrid en la Liga en 179 partidos, lo que descubre una media realizadora de 0,55 tantos por encuentro. El registro, revelador, le convierte en el segundo madridista más joven (25 años y 75 días) en lograrlo tras Raúl (22 años y 193 días).

Apreciado sobremanera por la grada del Bernabéu por su entrega, también se ha destapado en la Casa Blanca como un soberbio depredador, por más que su rol haya sido secundario en muchas fases y su protagonismo haya menguado este curso, en el que visita con asiduidad el banquillo y suma solo 10 goles –nueve en la competición doméstica y otro en la Supercopa–. No se rinde él, guerrillero siempre sobre el césped.

Con el duelo copero del Camp Nou y la titularidad en el horizonte, Higuaín ya ha ingresado en la historia del Madrid. Solo 13 futbolistas han alcanzado la centena de redes con la zamarra blanca hasta hoy; solo Cristiano Ronaldo (92 encuentros), Puskas (105), Di Stéfano (115), Pahíño (115) y Hugo Sánchez (129) precisaron menos partidos que él para ascender al olimpo. Con 112 tantos, ahora mismo ocupa el decimoquinto peldaño del escalafón goleador del club en todas las competiciones. Por el camino, el ariete de mirada tímida y cuádriceps poderosos, que desembarcó en Madrid en silencio y acostumbra a no alzar la voz, ha dejado algunas dianas para el recuerdo en la Liga.

- Latigazo decisivo en Pamplona (2007). Con el Madrid jugándose el cetro liguero, acorralado por Osasuna en El Sadar, el argentino soltó un derechazo que decantó el encuentro y concedió a los blancos su 31ª corona en la Liga. Un gol inmortal.

- Una huella en La Catedral (2012). La temporada pasada, el argentino también apareció en otra noche de etiqueta. En San Mamés, el Madrid elevó su 32ª cetro doméstico. Higuaín abrió la cuenta con un zapatazo con la zurda desde la frontal del área.

- 2008-2009. 22 goles en 34 encuentros. Versiones de todos los colores.

- 2009-2010: La campaña más productiva. El Pipa firmó en esta campaña 27 dianas en 32 citas. Calidad, definición y oportunismo, su don para filtrarse entre líneas y embocar a la red, definen su repertorio.

- Un póquer al Málaga (2008). Bajo las órdenes de Manuel Pellegrini, siguiendo la estela del Barça emergente de Guardiola, el ariete blanco firmó una sensacional actuación contra el Málaga. Anotó los cuatro goles en la victoria del Madrid (4-3).

- La vaselina como recurso (2011). Quirúrgico ante el marco, Higuaín dibujó una hermosa parábola en un duelo de la temporada pasada ante el Betis. Trazó el desmarque, batió a los zagueros en carrera y picó la pelota ante el portero.

- Cuando tres toques son suficientes (2011). En un pulso ante Osasuna, el 20 blanco marcó un tanto tan hermoso como práctico. Control, orientación de la pelota y golpeo teledirigido a la red. Tres toques, no más.

- Minimalismo por bandera (2012). El público del estadio de Cornellà quedó boquiabierto el curso pasado, cuando El Pipa se sacó de la chistera una volea en carrera, al primer toque, para castigar la red.

- La última dentellada (2013). En Riazor, dejó muestra de su olfato y su gestión de la ubicuidad. Siguio el curso de la acción, se posicionó en una zona franca y ejecutó con sangre fría. Una diana centenaria.