El debate Laso-Pascual aviva la campaña

El triunfo del Barcelona en la Copa del Rey, lejos de cerrarlo, avivó el debate que cada vez cobra más fuerza. Los focos están puestos sobre Pablo Laso y Xavi Pascual, más allá de una victoria o una derrota determinada. El clásico disputado en Vitoria pudo ganarlo cualquiera de los dos. El resultado de aquel magnífico partido, siendo importante, no se antoja un argumento de peso en la discusión.

A Pascual se le ha echado en cara la pobre imagen que su equipo ha brindado en muchos partidos, especialmente en la Liga Endesa, con derrotas inesperadas ante el Blancos de Rueda Valladolid, el Obradoiro y el Estudiantes, entre otros, y algunos triunfos obtenidos a duras penas como el de vuelta ante el Valladolid o ante el Bilbao, en el Palau. El Barcelona llegó a jugar rematadamente mal en aquellos partidos. Tras la resaca de la Copa y la espléndida victoria, el jueves, en la cancha del Maccabi, volvió a las andadas ante el Fuenlabrada. No pudo contar con Navarro, lastimado en un tobillo, y fue cosido a triples. Los de Trifón Poch llegaron a dominar por 17-33, momento en el que sumaban ocho triples en sus 10 lanzamientos. Una barbaridad, que prosiguió hasta cerrar con un 14 de 30 en triples. El último, de Valters, forzó un empate a 70 que parecía forzar una prórroga. Quedaban cinco segundos. Rabaseda transportó el balón hasta la zona de su exequipo y, cuando se plantó en ella, se le escapó. Tomic, muy oportuno, se hizo con la bola y anotó sobre la bocina la canasta del angustioso triunfo del Barcelona (72-70). Un regalo para el pívot croata, que cumplía 26 años y redondeó una estupenda actuación con 18 puntos y ocho rebotes.

El Barça vuelve a las andadas ante el Fuenlabrada, pero Tomic evita la prórroga

Pascual se atiene a su palmarés. Lleva 10 títulos en poco más de cuatro temporadas. Y desde luego, ha demostrado ser un entrenador capaz de ganar con registros múltiples, de manera arrolladora y espectacular o recurriendo a un juego basado decididamente en la defensa, con ataques largos, con poco acierto exterior y, sin duda, con menos ritmo. Esta misma temporada ha mostrado las dos caras de la moneda. En su favor, hay que subrayar que Marcelinho y Sada no la empezaron bien y que Navarro ha sido baja o ha actuado lejos de su mejor forma en muchos partidos. La adaptación de los jóvenes resulta más costosa de lo esperado. Rabaseda da la sensación de poder parecerse mucho más a la versión que ofreció en la semifinal de la Copa contra el Caja Laboral que a la de muchos partidos en los que pasa de puntillas. A Abrines le ha costado entrar en dinámica, aunque ante el Fuenlabrada cuajó posiblemente su mejor actuación con 10 puntos en 12 minutos. El fichaje de Oleson ha reforzado la defensa y el tiro, aunque fracasó con pleno de fallos en los cuatro triples que intentó ante el Fuenlabrada.

Al Madrid, que barre al Manresa, se le observa con regocijo y con suspicacia

Al Real Madrid de Laso se le observa con el regocijo que concita su estilo y la suspicacia acumulada por sus derrotas en la pasada Liga y en la reciente Copa ante el Barcelona y en la Euroliga de 2012 ante el Bilbao. Es fiel a sus ideas y arriesga. Fue el caso de su partido de la Euroliga, el jueves, ante el Efes de Estambul (74-72), cerrado con un triple fallado por Jaycee Carroll. Laso impone un juego rápido, espectacular, coral, devastador si el rival de turno no es capaz de encasquillar sus transiciones, limitar las pérdidas de balón y andarse con tiento en la custodia del rebote defensivo. Lo sufrió el Manresa (104-70), ante el que se salieron Mirotic, con 23 puntos y nueve rebotes, y Sergio Rodríguez, con 10 puntos y 14 asistencias, nueve de ellas en el primer cuarto. Laso hizo debutar al base Alberto Martín, de 17 años.

El Caja Laboral salió magullado de su vista a la cancha del Obradoiro (88-70). El equipo de Tabak perdió su racha de 12 triunfos consecutivos en la Liga. Parece claro que, tras el efecto volcánico propiciado por el relevo de Dusko Ivanovic por Zan Tabak en el banquillo, el rendimiento del Baskonia, que suma tres derrotas consecutivas en la Euroliga, ha caído en barrena.