Federer está listo

Con la victoria en el bolsillo (7-6, 4-6, 7-6, 3-6 y 6-3 al francés Jo-Wilfried Tsonga), el suizo Roger Federer respira aliviado tras un encuentro intensísimo, en el que necesita cinco puntos de partido y bien pudo acabar eliminado. "He tenido un poco de suerte", reconoce el campeón de 17 grandes, que se enfrentará con el escocés Andy Murray ( 6-4, 6-1 y 6-2 al francés Chardy) por un sitio en la final del Abierto de Australia.

Los sufrimientos para el suizo llegan de forma inesperada. Durante toda la cita australiana, Federer vivió elevado por su servicio. Sin tener que sobrevivir a grandes dificultades en sus juegos, apenas cuatro bolas de break en contra y ninguna rotura lamentada, pudo permitirse abordar con agresividad los del contrario. No ante Tsonga. No en los cuartos de final. No cuando el francés puso freno a esa circunstancia ya en la primera manga. Con todo un mundo por delante, el exnúmero uno mundial pierde el saque. 'Estoy aquí para luchar', es el mensaje que le deja con eso Tsonga. Durante todo el encuentro, el francés aborda el mejor arma del suizo hasta en cinco ocasiones. Puesto frente a un sacador que defiende a mazazos sus parciales (20 aces de Tsonga), Federer vive en el alambre, y solo supera el cruce gracias a que se impone en el cara o cruz de dos desempates.

Ahí, en esos tie-breaks, es donde el campeón de cuatro Abiertos encuentra resguardo en su fusil. Ahí, cuando todo se decide por milímetros, en los detalles, es donde demuestra que está listo para asaltar el título. El francés pega y el suizo sufre. Tsonga, plástico en la red, atacado siempre sobre el revés, que le sirve de escudo más veces de lo que suele, acaba inclinándose igual que pudo haber vencido: Federer logra un break menos que él (cuatro por cinco) y solo suma cinco puntos más, el reflejo de lo apretado de un marcador que en ningún momento le permite vivir con desahogo. Solo su enorme clase le permitió sobrevivir para encontrarse con Murray.

"Jo fue extremadamente agresivo", valora luego el genio sobre el finalista de 2008. "Todo el partido fue muy duro, también el momento de cerrarlo", dice en referencia a las cinco pelotas de encuentro que necesitó apurar antes de levantar los brazos. "Todos los sets pudieron caer de cualquier lado".

El partido, sin embargo, cae del lado de Federer, al que ahora espera el único tenista que ha ganado sus cuartos de final sin perder un set. Ese hombre es Murray. El campeón del Abierto de EEUU 2012 contra el rey de los torneos del Grand Slam, que tiene 17. En Melbourne, una semifinal entre dos pesos pesados.