Alto, Viran Morros
El pilar de la defensa española llegó tarde a su deporte, pero se ha consagrado a base de espíritu de superación España se impone 24-29 a Egipto en su segundo encuentro
Nadie hubiese pensado que aquel chico que se apuntó al campus de Valero Rivera un verano, ya con 15 años, el mismo que jugaba al fútbol en una peña barcelonista de Collblanc, acabaría por convertirse en poco tiempo en el capo de la defensa de la selección española, que anoche doblegó 24-29 a Egipto en el segundo partido del Mundial. Un título implícito que Viran Morros (Barcelona, 1983) ha conseguido, según coinciden los que le conocen, a base de trabajo constante y una capacidad de superación innata.
“Es el tipo de jugador que todo entrenador sueña con tener en su equipo, no solo por lo que aporta en la pista, que es mucho, sino por lo que transmite a sus compañeros en los partidos y en los entrenamientos”, comenta Manolo Cadenas. El técnico del Ademar, después de una temporada en el Teucro de Pontevedra, donde Viran se marchó para crecer, se lo llevó a León, encandilado como estaba de aquel chico que solo tenía 21 años. “¡Aquí fue donde explotó!”, clama al hablar de la evolución del jugador, al que ahora pone de ejemplo para los jóvenes jugadores: “Siempre les digo: ‘Este tipo de ejercicios los hacía Viran y mirad dónde ha llegado”.
Demuestra que quiere defender”, le alaba Xavi Pascual, su técnico en el Barcelona
Sobre el 40x20, el que fuera nombrado mejor defensor del último Europeo de Serbia, se entiende hace entender con su pareja de baile en la muralla española, sea Gedeón Guardiola, con el que brilló en los Juegos o Joan Cañellas, al que Valero Rivera está dando minutos en el Mundial en esa posición. A pesar de su tamaño (mide 1,99 y 99 kilos), sus compañeros y técnicos destacan la coordinación que tiene, aunque por encima lo hacen con la concentración máxima que adquiere en los encuentros, ese deseo de que el balón no vaya más allá de donde esté él anclado. Cualidades que, junto a su capacidad por blocar y robar, o el marcaje al pivote que tan bien realiza, le han consolidado como indiscutible en el Barça y en la selección. “Cualquier carencia la suple con el corazón”, zanja Xavi Pascual, su entrenador en el Barcelona.
Poco agradecido como es el puesto de Viran, Pasqui destaca la predisposición de su jugador: “Para defender, lo más importante es querer hacerlo y él lo demuestra en cada partido y en cada entrenamiento”, recalca. “Juega como entrena, porque cada día que viene a entrenar para él es venir a aprender”, recalca Pasqui. El haber crecido deportivamente junto a la roca francesa Didier Dinart, en Ciudad Real, y compartir ahora equipo con Magnus Jernemyr y Cedric Sorhaindo le ha aportado una mayor destreza en los aspectos defensivos. “Él recibe información y la procesa perfectamente”, valora el entrenador del Barça.
Siempre está motivado, dispuesto a aprender”, le describe Cadenas, del Ademar
“Siempre está motivado, dispuesto a aprender”, incide Manolo Cadenas, que también destaca la labor didáctica que con el tiempo ha adquirido Viran: “Ahora soy yo el que le pregunto a él. Cuando quiero reafirmar algo en el trabajo defensivo, a veces le consulto para que me ayude a enseñar. Cuando vivía en Barcelona quedaba bastante con él”, confiesa.
Viran es también, entre otros, quien se encarga de levantar el ánimo de sus compañeros, de preocuparse porque todo esté en orden más allá de la línea de seis metros, “siempre optimista, transmitiendo alegría”, recuerda Cadenas. “Como jugador colectivo habría que darle más que un 10”, añade Pasqui, “por lo buen tío que es”. “Yo no concibo ni puedo diseñar un Barça sin él”.
Exigente, convencido que se puede mejorar, Viran no andaba del todo contento tras el partido ante Egipto: “Sabíamos que iba a ser un encuentro difícil, pero no hemos estado todo lo bien que deberíamos en defensa”. En su territorio. Y ante eso, no queda otra: “Hay que seguir trabajando”. Y así seguir creciendo.
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