Sainz rompe el motor y abandona el Dakar

Solo un día antes había declarado que el cuerpo le pedía llegar al podio en Santiago de Chile, el próximo 20 de enero, y ayudar a su compañero, Al-Attiyah, a ganar la carrera. Unas horas más tarde Carlos Sainz abandonaba el Dakar, un rally lleno de contratiempos en el que el Buggy del equipo impulsado por el piloto catarí no resistió sus ganas de volver a conquistar el título. Sainz se quedó tirado en el kilómetro 181, en zona de tierra, superadas ya las pocas dunas de la jornada y poco antes de alcanzar el tramo neutralizado, aproximadamente a mitad de la etapa. Rodaba con el segundo mejor tiempo, tras Al-Attiyah, pero el motor del coche con que pretendían, uno y otro, frenar la ascensión de Mini, no resistió.

“El motor se ha roto. De repente. De un momento a otro. Se ha bloqueado el coche y se ha parado. Salía agua y aceite por el escape. Cuando probamos el coche días antes de empezar el rally en Lima se rompió la correa. Creo que el problema que hemos tenido hoy se debe en parte a eso. Lo revisaron todo, pero diría que está relacionado”, explicaba el piloto a su llegada al vivac, después de repartir abrazos y saludos al equipo y de comunicarle a Al-Attiyah el final de su participación en la carrera. Poco después, el piloto e impulsor del equipo dio la razón al madrileño: “Tras aquellos problemas tendríamos que haber cambiado el motor antes de empezar el rally”.

Después de comprobar la rotura del motor Sainz comunicó a la organización que ni él ni su copiloto Timo Gottschalk podrían de ninguna manera resolver la avería, lo que suponía, de facto, el abandono de ambos, cuyo papel —desde que dos días antes cedieran más de dos horas tras otro problema mecánico que les hizo ir perdiendo combustible durante toda la jornada— era ayudar a Al-Attiyah y su copiloto Lucas Cruz, segundos en la general, a ganar el Dakar. Sainz y Gottschalk esperaron la llegada de un helicóptero a la zona para que les rescatara y les llevara de regreso al campamento, dos horas más tarde. Su aventura había llegado a su fin.

“Hemos tenido bastantes problemas con mi coche, pero algunos, como el que nos ha obligado a abandonar este jueves, no tienen que ver con la juventud del coche o las prisas por preparar el Buggy. Otros, como los problemas mecánicos o con la electrónica que sufrimos en las primeras etapas, sí se deben a la inexperiencia con este vehículo y por el montaje a última hora. Al final, esto estaba dentro de lo previsto. Sabía que saldría a por todas, pero no cuánto iba a durar”, afirmó, tal y como ya apuntó tras ganar la primera etapa. Si bien Sainz quiso señalar que el proyecto tiene mucho potencial, a diferencia de lo que algunos pudieron pensar inicialmente: “Hemos estado delante, hemos ido rápido. Mirad a Nasser, que está peleando por ganar la carrera”, dijo.

El futuro más inmediato de Sainz pasa ahora por regresar a casa y olvidarse cuanto antes de su desastrosa participación en este rally: “Probablemente iré a Montecarlo al debut de Volkswagen”.